A la deriva y sin anestesia. El primer golpe lo recibieron el domingo en Pilar al presentarse en el hotel y enterarse, a través del profesor Facundo Peralta, que Jorge Almirón no los tendría en cuenta. El segundo sucedió ayer por la mañana, cuando Marcelo Vidal, Rodrigo Gómez, Fabián Monserrat, Maxi Herrera, Sergio Ojeda, Leonel Buter y Juan Manuel Trejo llegaron a Domínico y no había ningún preparador físico y tampoco una cancha asignada para entrenar.
El grupo de los apartados (sólo faltaron Iván Pérez y Seba Penco) se cruzó en el predio con Carlos Montaña, vice segundo, y Héctor Maldonado, secretario general, quienes fueron a presentar a Fernando Berón, nuevo entrenador de la Reserva. Ambos directivos les pidieron disculpas por la desorganización del domingo: “Dijeron que el encargado estaba de vacaciones”, contó Vidal. Luego, ante el imprevisto, hicieron una rutina física bajo las órdenes de Francisco Berscé, técnico de la Quinta. Sin embargo, el más perjudicado fue Trejo, quien se encuentra en proceso de recuperación de una distensión en el ligamento lateral de la rodilla izquierda. El Tucu no contó con la supervisión de un kinesiólogo que le indicara los pasos a seguir durante la jornada.
“Un momento feo, que no se lo deseo a nadie. Esperábamos que el técnico nos comunicara su decisión cuando llegamos al hotel. La verdad que me molestó la forma”, describió Droopy Gómez, quien en agosto había firmado por cuatro temporadas. Ahora es pretendido por Unión y Gimnasia LP, aunque el Rojo pide un cargo alto por su préstamo. En cuanto al resto, el Toro Vidal recibió ofertas de Temperley y Olimpo; Ojeda es pretendido por Julio Falcioni para Quilmes y también por Walter Perazzo para el Aurinegro de Bahía Blanca; y Monserrat podría continuar su carrera en San Martín de Porres, que es dirigido por Cristian Díaz.