La casi segura llegada de Diego Maradona a la dirección técnica de Gimnasia generó revuelo en todo el fútbol argentino y especialmente en La Plata, donde todos los hinchas (no solo los del Lobo) aguardan por la firma del contrato, algo que podría concretarse en las próximas horas.
La fiebre maradoneana creció a la par del rumor del arribo del Diez. Los seguidores del Tripero coparon la sede del club para poner la cuota social al día o directamente para asociarse, y también se acercaron hinchas de otros clubes. Es que la decisión de la dirigencia es que no se vendan entradas para el partido con Racing (que sería el primero con Diego) y solo puedan ingresar socios.
Asimismo, Gimnasia avanza en la refacción del estadio para reubicar las delegaciones de los equipos visitantes en un palco y no en la ochava que ocupan habitualmente con el objetivo de ganar capacidad. La idea es que contra Racing y contra Estudiantes se juegue en el Bosque, mientras que negocian por el resto de los partidos ya que la demanda será muy grande. Tan grande como para los entrenamientos, de los que analizan vender los derechos.
Otra de las consecuencias de la fiebre maradoneana es el aumento en las ventas de camisetas y merchandising en la tienda del club, que esta mañana recibió muchos más clientes que lo habitual: ¿empezarán a estampar en número 10 en las espaldas de las remeras?
Mientras tanto, en Puerto Madero se desarrolla una reunión que podría sellar el acuerdo definitivo en la que participan Gabriel Pellegrino, presidente de Gimnasia, Matías Morla, abogado de Diego, y Christian Bragarnik, hombre que facilitó la llegada del DT a Sinaloa y actualmente funciona como nexo en las negociaciones con el Lobo.