Entre los 136 atletas que conforman la delegación argentina para París 2024 hay ocho que fueron olímpicos en Buenos Aires 2018. Uno de los integrantes de ese grupo es Nazareno Sasia, que, en aquellos Juegos de la Juventud, con solo 17 años, se colgó un oro en la prueba de lanzamiento de bala del atletismo, la misma que disputará en la capital francesa.
En el Stade de France, que hasta hace apenas unos días vibraba con los partidos del rugby seven, pero ya está listo para recibir la acción del deporte madre del olimpismo, el entrerriano disputará este viernes la serie clasificatoria y tendrá su debut absoluto en una cita olímpica de mayores.
"Estoy un poco ansioso. Desde que clasifiqué quiero que llegue el momento de competir. Pero trato de tomarlo con tranquilidad. Sé que hemos trabajado bien, hemos hecho las cosas bien. Así que mañana (por hoy), sea cual sea el resultado, lo importante es dar lo mejor y disfrutar", reflexionó en charla con Clarín, sentado en una de las mesitas de la Zona Internacional de la Villa Olímpica de Saint Denis.
Minutos antes, en el gimnasio de pesas del complejo residencial, había terminado de hacer la última activación para preparar la clasificación, que arrancará a las 20.10 de acá (15.10 de Argentina). "No me gusta exigirme demasiado el día previo a competir", explicó.
Y todavía tiene el rostro acalorado y enrojecido. Camina despacio y habla con tranquilidad, aunque con mucha más madurez y seguridad que hace seis años, cuando enfrentaba por primera vez los micrófonos tras conquistar el título en la capital argentina.
"Los Juegos de Buenos Aires tuvieron mucho que ver para que yo estuviera hoy acá. Sin duda. Fueron una motivación muy grande para que continuara desarrollándome en este deporte hasta hoy. Con mi entrenador siempre tuvimos claro que el objetivo era esto; los Juegos de Mayores. Y haber obtenido ese buen resultado fue un impulso enorme", aseguró en lanzador, presente en aquella cita olímpica al igual que Tadeo Marcucci (hockey), Franco Serrano (pentatlón), Marcos Moneta y Matteo Graziano (rugby seven), Santiago Lorenzo (tenis de mesa) y Sebastián Báez y Lourdes Carlé (tenis).
"A Buenos Aires 2018 lo tomamos más como un juego, más tranquilos, sin tanta responsabilidad ni tanta presión y los disfruté mucho. Fue la primera vez que competía contra atletas de todo el mundo y estar ahí con chicos de culturas distintas e idiomas diferentes fue realmente lindo. A la edad que tenía, no sé si lo dimensioné mucho, pero sin duda ayudó a que yo pudiera estar hoy acá. París 2024 es otra cosa, seguimos disfrutando, pero ahora empieza lo serio", continuó.
De Cerrito a París
Sasia nació en Cerrito, una localidad ubicada a 50 kilómetros de Paraná, hace 23 años. De chico jugaba al fútbol y hacía mini-atletismo en la escuelita municipal, que hoy sigue funcionando. Hasta que Marcelo Borghello, su primer entrenador, lo incitó a que largara la pelota y en 2013 se enfocó de lleno en el atletismo, más específicamente en los lanzamientos de bala y disco.
Al año siguiente, tras haberse consagrado campeón de los Juegos Evita, comenzó a trabajar con Sergio Alfonsini, que hoy sigue siendo su coach, y arrancó una evolución que nunca se detuvo.
Lanzando la bala, fue oro en los Panamericanos Junior de Cali 2021, bronce en los Odesur de Asunción 2022 y terminó sexto en Santiago 2023.
Hoy, es dueño del récord argentino y sudamericano Sub 23 de esa disciplina, con los 20,74 metros que consiguió en mayo del año pasado y que son su mejor marca.
Esos grandes resultados lo llevaron a dejar de lado el disco, aunque en esa decisión también tuvo alguna influencia Germán Lauro, que aún hoy ostenta la plusmarca nacional con 21,26 y quien se transformó en una especie de mentor para el entrerriano.
"El último año de su carrera, Germán empezó a entrenar con Sergio, mi entrenador. Compartí mucho con él y me enseñó mucho. Me ayudó un montón en mis inicios. Estoy gratamente agradecido con él. Hoy seguimos en contacto y sigue dándome consejos, seguimos charlando. Es una gran persona", contó.
Y agregó: "Hace poco hablamos y me preguntó cómo me sentía y como está preparando estos Juegos. Me dijo que no intente hacer nada raro, que replique lo que hago en los entrenamientos, que lo sé hacer bien, y que no intente una cosa que no haya hecho antes. Vamos a ver qué sale".
El lanzamiento de bala es una disciplina particular. El atleta se prepara durante cuatro años -en el caso de un ciclo olímpico- para jugarse todo en un lanzamiento que dura muy poco. Por eso, como contó Sasia, es importante poder enfocar toda la mente en ese breve momento.
"Que salgan bien todas las cosas que uno planificó y trabajó durante tanto tiempo en esos dos segundos o menos, que es lo que dura la ejecución, no es tan sencillo. Pero trabajamos para que lograrlo. Vamos con toda la confianza de que lo vamos a poder hacer. Siempre con una mentalidad positiva que ayuda mucho en la alta competencia", explicó.
¿Cuál es su técnica para poder canalizar años de entrenamiento en esos segundos? La visualización.
"En las competencias trato de imaginarme a mí segundos antes de ejecutar el lanzamiento, verme lanzando en mi mente y entender cómo debería ser en la ejecución. Por ahí no siempre sale. Pero primero me imagino haciéndolo bien y después trato de replicarlo cuando voy al círculo. Y así nunca he tenido problemas de desconcentración. Siempre me ha ayudado a mantenerme bien enfocado en la prueba", relató.
Aunque ese no es su único "secreto". "Realmente me gusta entrenar", asegura. "Me enamoré de toda la estructura del entrenamiento de lanzamiento de bala, el gimnasio, los entrenamientos, los saltos que hacemos, lo que corremos, no mucho, pero algo corremos. Y me gusta mucho. Me levanto todos los días con ganas de ir a entrenar. Es un momento que disfruto mucho, para mí es la parte más linda de mi deporte".
Sasia, que estudia Análisis de Sistema en la Universidad de Palermo -"Lo llevo lento, pero lo llevo", reconoció- tiene el privilegio de poder vivir y entrenar en su ciudad natal, porque gracias a la ayuda de la Municipalidad de su ciudad, del ENARD y de la Secretaría de Deportes, pudo acomodar las instalaciones con las que contaba para poder trabajar de la mejor manera. Así, de Cerrito llegó directo a París, con un objetivo muy claro.
"En mi disciplina el tema de las marcas siempre pesa mucho. Vine con el objetivo de lanzar más de 20 metros, cerca de mi mejor marca, que es 20,74. Viendo los entrenamientos que tuve últimamente, que han sido bastante buenos, creo que también podría lanzar un poco más. Pero si termino por arriba de los 20 sería una buena competencia a nivel técnico y a nivel de marca", explicó.
Y aseguró: "Si no se puede, obviamente voy a disfrutar y voy a estar súper contento de haber podido lanzar acá en París. Estos Juegos ya superaron mis expectativas. Uno siempre se imagina que estar en una Villa Olímpica va a ser algo hermoso, una experiencia única, increíble. Pero esto es más de lo que esperaba. Estoy muy contento".
Nazareno, un gigante amable (mide 1,95 metro y pesa 115 kilos), habla con sensatez. Y proyecta hacia adelante con mucha ilusión, pero sin adelantarse demasiado.
"Esta disciplina suele ser de desarrollo tardío, los atletas llegan al pico de rendimiento cerca de los 30 años porque el implemento va subiendo los kilos dependiendo de la edad y recién a los 20 empezamos a usar la bala de 7,26 kilos de los mayores. Con mi entrenador sabemos que tenemos todavía un largo recorrido y mucho más para dar, pero siempre tratamos de enfocarnos en el objetivo más próximo. Vamos paso a paso, viendo cómo vamos progresando, si hay cosas que por ahí no se hicieron bien y hay que intentar cambiarlas y ver qué podemos hacer para tratar de mejorar siempre", explicó.