A pesar de la lesión en el cúbito radial que lo alejó de las canchas por un plazo de tres semanas y lógicamente por fuera de El Clásico con el Real Madrid, Lionel Messi dijo presente en el Camp Nou y vio el partido desde las gradas. Acompañado por Thiago, su hijo mayor, el rosarino alentó a sus compañeros justo por detrás del banco de suplentes.
La dupla Messi, que también estuvo presente en el encuentro frente a Inter por Champions, participó del mosaico organizado por los hinchas y celebró los goles del equipo.
El delantero todavía tiene quince días por delante en el marco de su rehabilitación, hasta entonces, no podrá aportar para el primer equipo.