LeBron James tiene una cita con la historia, otra más. Esta noche, el líder de Los Ángeles Lakers jugará contra los Oklahoma City Thunder (desde la medianoche de Argentina y con transmisión de Star+) con la chance concreta de quebrar otra marca y volver a escribir los libros de la NBA.
A fines de los años ochenta, cuando Kareem Abdul-Jabbar le dijo adiós al básquetbol, parecía imposible que alguien pudiera acercarse a los 38.387 puntos en fase regular que había acumulado durante toda su trayectoria. Lo intentaron varios, desde Karl Malone y Kobe Bryant hasta el mismísimo Michael Jordan, pero la cima que había dejado el ex Milwaukee Bucks y Lakers era una utopía.
Pero un día llegó King James, a quien tan solo 36 puntos lo separan de ese logro y como su promedio en esta temporada ronda los 30 por partido, la alternativa parece posible. Por eso, una multitud agotó los tickets y pagó precios de reventa por estar esta noche en el Crypto.com, el ex Staples Center de Los Ángeles, para decir "presente" en un partido que puede ser inolvidable.
La revancha, en todo caso, llegará en un par de días. La trasnoche del jueves 9, cuando L.A. reciba a Milwaukee Bucks en el mismo escenario. En ese caso, los dos equipos donde jugó Abdul-Jabbar le darán una poesía distinta a un récord que, más temprano que tarde, terminará rompiéndose.
En caso de batir el récord 38.387 puntos esta noche, Lebron James lo habrá hecho al cabo de 1410 partidos disputados en fase regular de la NBA, 150 menos que los 1560 que necesitó Abdul-Jabbar para llegar a esa misma cifra. Un diferencia abrumadora.
El récord de puntos en fase regular se sumará a otros tantos que ya tenía LeBron. Por ejemplo, es el único jugador en la historia de la NBA en acumular, como mínimo, 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 10.000 asistencias.
Además, es el único en promediar más de 25 puntos durante 19 temporadas consecutivas y acumula más de 15 años ininterrumpidos anotando, al menos, 10 puntos en cada uno de los partidos que disputó.