Con angustia, sin que le sobre nada, con más nervios que fútbol, San Lorenzo consiguió lo que fue a buscar: jugar la final del Mundial de Clubes contra el Real Madrid. ¿Y ahora? "Si al Real lo respetás sabiendo que son muy buenos, perdés. Hay que jugar sin mala leche pero con el cuchillo entre los dientes". Esa es la receta de Leandro Romagnoli, el símbolo del Ciclón.
"Tenemos que tratar de mejorar mucho, no cometer errores y las oportunidades que tengamos, tratar de aprovecharlas. Contra el Real Madrid tenemos que jugar cada pelota como si fuese la última, porque lo único que no se puede negociar es la actitud", agregó el Pipi, quien todavía no está en condiciones físicas de jugar desde el arranque.
Analizando la floja actuación del equipo ante el Auckland City de Nueva Zelanda, el mediocampista aclaró: "Pareciera que el equipo no respondiera en la cancha, pero no es por falta de actitud sino porque no encuentra el juego".
La sensación es que lo peor ya pasó, aunque lo que viene sea el poderoso Real Madrid. El sábado, el Ciclón jugará el partido más importante de su historia. Difícil, pero no imposible. Y el Pipi Romagnoli tiene la receta.