Antes de enfrentarse en el superclásico femenino, las jugadoras de Boca y de River posaron con un cartel en contra de la violencia de género una problemática que, en la Argentina, deja un saldo alarmante de una mujer muerta cada 30 horas. "Basta de femicidios. Somos la voz de todas", rezaba la pancarta desplegada en el complejo Pedro Pompilio. Un gesto que vale y mucho.
Luego, en Casa Amarilla, de disputó el partido que Boca terminó ganando 2-1 para quedar como único líder del campeonato. Los goles xeneizes fueron de Ruth Bravo, de penal, y Karen Spiazzi, en contra, mientras que Carolina Birizamberri descontó para River sobre el final de la primera mitad.