Una variante a tiempo puede cambiar el rumbo del partido. Sin embargo no todos dan en la tecla como Almirón, que a los 32' de la segunda mitad mandó a la cancha a quien se convertiría en la figura excluyente de la tarde: Germán Denis, quien entró por Sand y, con dos goles en menos de 17 minutos, se llevó los tres puntos de Sarandí y todas las luces del estadio.
El diluvio le puso un toque más de emoción a la superlativa actuación del Tanque, que tuvo dos situaciones de gol y en ninguna perdonó: en la primera, recibió adentro del área y se la picó a Santillo, el responsable de que el arco de Arsenal todavía estuviera invicto; y después, ya con el local descompensado atrás, se fue solito contra el arquero y la colgó al ángulo para el 2-0 definitivo.
Contra todos los pronósticos, Arsenal le había hecho partido a Lanús. Le generó algunas situaciones de gol con Rolón a la cabeza e incluso pudo habérselo empatado en una de las últimas, cuando el encuentro estaba todavía 1-0, pero el palo le negó el festejo a Sánchez Sotelo. Es cierto que el Grana redondeó una mejor actuación, aunque teniendo en cuenta el calibre del rival que enfrentaba lo del equipo de Humbertito Grondona fue satisfactorio. Claro que eso no le va a alcanzar para salvarse del descenso: lo que necesita con urgencia son puntos, muchos puntos, tantos que a esta altura parece difícil que los consiga.
Lanús, en cambio, sigue sumando. No tantos como para meterse en la pelea, pero sí los suficientes para ganarse un lugar en la Copa Sudamericana.