Es de esos partidos que va a quedar en la historia para siempre. Que los que estuvieron en la cancha lo van a repetir y repetir, y los que no fueron van a decir que sí estuvieron en esta noche histórica para los dos. Ni Lanús ni River se olvidarán jamás esta semifinal de Copa Libertadores.
Porque en una jornada épica, el Granate le dio vuelta el resultado al Millonario, le ganó 4-2 y se metió por primera vez en al final del torneo de clubes más importante de América.
El local salió con todo en el inicio del partido, pero la visita aguantó el vendaval del arranque. Y en casi una de las primeras que tuvo, River no perdonó: Ignacio Scocco abrió el marcador a los 18 minutos de penal, para silenciar la Fortaleza.
Cinco minutos después, cuando todavía Lanús no se acomodaba al golpazo, Gonzalo Montiel (de cabeza) aprovechó un rebote que dio Esteban Andrada para poner el 2-0 que parecía definitorio. River se sentía en la final. Pero todavía faltaba lo mejor.
En el descuento de la primera parte, José Sand aprovechó un descuido de Germán Lux y puso el 1-2, que le dio ilusión a toda la gente. Antes hubo una gran polémica, con un clarísimo penal para la Banda que no cobraron y ni siquiera utilizaron el VAR para confirmarlo.
A los 43 segundos del complemento, el eterno Pepe puso el 2-2 para revivir definitivamente a Lanús. Y aunque le faltaban dos tantos todavía, el Grana creyó en su juego y en sus jugadores. Y a los 17, Lautaro Acosta logró el 3-2 que terminó de quebrar a los dirigidos por Marcelo Gallardo.
Y la fiesta se consumó para Lanús a los 24, con la frialdad de Alejandro Silva para patear como pateó un penal así de importante, tras ser revisado por el VAR -ahora sí-. Lanús estaba 4-2 arriba y la hazaña estaba cerca.
Sufrió el Grana, porque uno de River los dejaba sin nada estando tan cerca. Los nervios invadieron a todos, pero por más que el Millo fue y fue buscando el tanto de la clasificación, Lanús consumó la histórica hazaña y se metió por primera vez en su historia en la final de la Copa Libertadores, que jugará el 22 de noviembre en Brasil o en Ecuador (el Gremio gana 3-0 la serie y define en casa), y el 29 cerrará en su casa.