Tottenham no la pasaba bien en su partido ante Manchester United y no dejó una buena imagen al cabo del primer tiempo. Sin embargo, en el segundo cambió rotundamente y se llevó puesto al equipo dirigido por Louis Van Gaal, con un poderío ofensivo letal que liquidó el trámite en algunos minutos.
Alli y Alderweireld fueron los primeros en anotar para ir consolidando el triunfo. Sin embargo, quien lo concretó fue el argentino Erik Lamela, quien aprovechó un centro raso y colocó la pelota junto a un palo para poner el 3 a 0 definitivo y ponerle punto final a la historia.