Desde que volvió a pisar tierras sudamericanas para sus amistosos ante Panamá y Curazao, la Selección Argentina no para de ser el centro de los festejos por su consagración en el Mundial de Qatar el pasado 18 de diciembre.
Después de una agenda plagada de cariño del público y homenajes en Buenos Aires y sus alrededores, la fiesta se trasladó, por un rato, a Asunción, donde Conmebol no se quiso quedar afuera de la admiración para con los campeones y les hizo su tributo en la previa de los sorteos de los grupos de la Copa Libertadores y Sudamericana 2023.
En efecto, el maratónico festejo argentino en Paraguay solo duró un par de horas: por la mañana, el grupo se entrenó bajos las órdenes de Lionel Scaloni en Ezeiza, luego voló a Luque y tras el evento se dirigirá a Santiago del Estero, escenario de la prueba de este martes frente a Curazao, en un vuelo pactado para las 19.30 y que se retrasó por el final del acto. Agenda frenética, pero digna de semejante logro.
La gala arrancó con Alejandro Domínguez y un llamativo discurso en el que citó tuits del público argentino para graficar la importancia de la gesta. "A ese mundo de gente que nos alentó", agradeció, para luego repasar el camino de la Scaloneta sobreponiéndose a las adversidades.
"No fue la Selección de Argentina versus la selección de Francia. Fue desde el presidente Tapia, la cabeza, el cuerpo técnico, los dirigentes, y demostrando humildad. Fue la selección de Francia contra la que usted, profesor Scaloni, armó, el resto del mundo".
"Ustedes se ganaron el corazón del resto del mundo, son nuestra selección, el ejemplo más viviente de lo que Conmebol quiere mostrar, que es creer en grande, ustedes son nuestros ejemplos, y por eso esta noche queremos felicitarlos de corazón. Ellos son el camino que tenemos que seguir". Enseguida, fue condecorado el presidente de la AFA, Claudio Tapia, como Mejor Dirigente del Fútbol Sudamericano.
Luego comenzó el reconocimiento a los jugadores, matizado por algunos fanáticos, "hinchas virales" que también los homenajearon desde el escenario.
Finalmente, se descubrió una estatua de Lionel Messi de tamaño real, vestido con la camiseta de la Selección Argentina y con la copa del mundo en sus manos. Y Alejandro Domínguez volvió a intervenir por enésima vez para entregarle ¡"el bastón del fútbol mundial"! y obligarlo a decir unas últimas palabras. "Es un montón, nunca imaginé llegar hasta acá", afirmó el astro, antes de que la fiesta termine a puro Muchachos... No podía faltar.