Apenas pasado el mediodía (hora argentina) desde Zurich llegó la confirmación de la noticia: la selección argentina recibirá el próximo 5 de octubre a Perú en la Bombonera, en un cambio de estadio que autorizó tanto la FIFA como la Conmebol.
Sin haber tenido objeciones por parte de Conmebol, y luego del feriado de lunes en Zurich, el responsable de la gerencia de eliminatorias y partidos internacionales, Gordon Savic, con el aval de la secretaría general, ratificó el vía libre para que Argentina utilice la quinta sede en el camino a Rusia 2018 luego de los estadios de River, el Kempes de Córdoba, el Malvinas Argentinas de Mendoza y el Bicentenario de San Juan.
Con la soga al cuello para garantizar su presencia en el próximo Mundial, Argentina apela a una estrategia que no le dio buenos resultados en el pasado pero que pretende encontrar un impulso emocional extra para sumar tres puntos vitales frente a Perú.
La estrategia comenzó el 29 de agosto, con una carta enviada a FIFA, Conmebol y la Federación Peruana donde se abría la puerta para un posible cambio de escenario y sentara un antecedente para cumplir en tiempo y forma con el reglamento que exige enviar estas solicitudes un mes antes de la disputa del encuentro.
Sin embargo, esta carta sólo hablaba de escenarios donde la selección había disputado partidos de eliminatorias sin especificar para qué Mundial. Esto abría la puerta también al estadio de Rosario Central, donde Argentina recibió a Brasil en 2009 en el camino a la Copa del Mundo de Sudáfrica, pero dejaba afuera a la Bombonera, cuyo último y lejano antecedente por eliminatorias había sido el 16 de noviembre de 1997 ante Colombia.
Desde ese entonces, los requisitos para que un estadio sea habilitado para un partido internacional de eliminatorias cambiaron mucho, al compás de las modificaciones estructurales de la Bombonera. Una vez tomada la decisión por parte de Claudio Tapia, luego de la consulta con su círculo aúlico, se activó la segunda parte del operativo.
La Bombonera fue el escenario del Superclásico de las Américas ante Brasil del 21 de noviembre de 2012; recibió una actualización en su categoría de estadio internacional para encuentro de selecciones. Con ese aval y una inspección rápida de de la gerencia que coordina Gordon Savic en Zurich, el estadio de Boca pasó a transformarse en "elegible" para la conducción de la AFA.
La insinuación por parte de algunos jugadores de peso del equipo argentino para dejar el Monumental y "probar suerte" en otro estadio sin viajar al interior, la prescindencia del cuerpo técnico sobre la decisión final y el interés enfático del vicepresidente Daniel Angelici para lograr la mudanza de River a Boca fueron tres factores que estuvieron sobre la mesa, incluso antes del empate con Venezuela.
Sin embargo, la decisión final fue exclusiva del presidente de la AFA, que el jueves pasado por la mañana ya le había comunicado a sus más cercanos su decisión. "Cualquiera sea mi decisión, me van a criticar... así que por lo menos voy a hacerlo quedando tranquilo con mi conciencia", fue la reflexión de Chiqui Tapia.
Con la novela del estadio terminada, ahora el cuerpo técnico liderado por Jorge Sampaoli tendrá ocho días más hasta confirmar la lista de jugadores citados del exterior y diez días más para sumarle los que actúan en el ámbito local.
Luego de la presentación ante Perú en la Bombonera del 5 de octubre, la Selección Argentina finalizará su participación en las eliminatorias sudamericanas cinco días después ante Ecuador en Quito. Fuente: (La NAción).-