"No fui a recibir la medalla por un poco de todo. Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción y de esta falta de respeto que se nos hizo en esta Copa", disparó Messi tras el partido. Y fue más allá: aseguró que esta Copa América está armada para Brasil.
"No hay duda de que Brasil va a salir campeón. Creo que está armada para Brasil, lamentablemente. Ojalá Perú pueda competir porque tiene equipo, pero lo veo difícil", agregó el capitán de la Selección tras la victoria ante Chile. Leo se fue expulsado de manera insólita por un encontronazo con Gary Medel. "Quizás esto fue mandado y me pasaron factura por lo que dije (tras el partido de semifinales)", continuó.
Con estas declaraciones, Messi rompió relaciones de manera definitiva con la Conmebol. La mala utilización del VAR en las semifinales ante Brasil había desatado un intenso malestar del rosarino con la Confederación Sudamericana de Fútbol. Su injusta expulsión ante Chile llevó todo a un plano mayor: el crack del Barcelona ni siquiera salió al campo de juego a recibir la medalla por el tercer puesto. Se quedó en el vestuario.
Esto le puede costar muy caro al capitán ya que se expone a sanciones muy duras de acuerdo al reglamento por términos injuriosos contra la organización u oficiales de la organización.
<i>El artículo 7, incisos B, D y F, contempla las pautas por las que Messi podría ser sancionado: allí habla de comportarse de manera ofensiva, insultante o realizar manifestaciones difamatorias de cualquier índole y también sobre insultar de cualquier manera y por cualquier medio a la CONMEBOL, sus autoridades, oficiales, etc.</i>
Según el reglamento, Messi podría sufrir una sanción de hasta dos años lo que le impediría no sólo jugar las eliminatorias (que comienzan en marzo) para el Mundial de Qatar, sino que además tampoco participaría de la Copa América de 2020 en Argentina y Colombia. ¿Se podrá organizar un torneo sin el máximo ídolo en cancha?
En medio de una relación rota con la Conmebol, serán tiempos de negociaciones en los que los dirigentes de la AFA deberán demostrar todo su pragmatismo y su dialéctica para alivianar la suspensión a Messi.