El relato del padre de Jules Bianchi, el piloto de Fórmula 1 que lucha por su vida luego del terrible accidente que sufrió hace más de una semana en el Gran Premio de Japón, atraviesa por los sentimientos más oscuros, pero terminan con un dejo de optimismo: "Es fuerte, ganará su rueda de calificación más importante, no abandona"
"Todo el mundo me pregunta cómo está Jules, pero no puedo responder porque no tengo respuesta. Sigue en un estado muy grave, pero estable. Un día parece mejor, al siguiente no tanto. Los médicos no se pronuncian. No saben cómo va a evolucionar", contó Philippe Bianchi en una entrevista con diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport.
Y agregó: "Es difícil, en una semana la vida de nuestra familia ha sido destruida. Es una pesadilla. Puede ser que cuando Jules esté mejor, organicemos turnos para acompañarlo, algunas semanas cada uno".
"Los médicos nos habían dicho que las primeras 24 horas eran cruciales, pero luego fueron 72 y ahora estamos aquí, con Jules mientras lucha", confesó el padre del piloto, que aún sigue internado y con pronóstico reservado. "Le veo y creo, le hablo y sé que me entiende. Los doctores nos han dicho que eso es ya un milagro, que nadie hubiera sobrevivido a un accidente tan grave", continuó.
Pese al optimismo que, a veces, merodea por la cabeza de Philippe, la posibilidad de perder a su hijo es aterradora. "La situación es desesperante, en cada llamada sabemos que puede ser alguien del hospital para anunciarnos que Jules está muerto", concluyó. Un calvario.