Cuando Gustavo Bou se sumó a las filas de Racing por explícito pedido de Diego Cocca, pocos fueron los que confiaron en las condiciones del delantero que venía de un paso con más pena que gloria por Gimnasia y Esgrima La Plata. Sin embargo, el propio jugador se encargó de hablar dentro de la cancha: se adueñó de la titularidad al lado de Diego Milito, se transformó en el goleador del campeón y se acaba de proclamar máximo artillero de América gracias a su resonante labor en la Copa Libertadores.
Aunque la Comisión Directiva adquirió la totalidad del pase en diciembre del año pasado y aseguró la permanencia del jugador en la institución hasta 2018 con la firma del convenio, la realidad actual marca un evidente descontento del protagonista de la historia con las cifras que percibe mensualmente. Por esa razón, a través de su representante, solicitó una inmediata mejora en el contrato y que la misma esté acorde con el pedido de 10 millones de dólares que exige Víctor Blanco para venderlo al exterior.
La negociación no arrancó de la manera ideal, ya que el presidente propuso tocar el vínculo con un 20% de aumento en los haberes y Bou rechazó el ofrecimiento sin pensarlo dos veces. Las partes involucradas en las tratativas ingresaron en un cuarto intermedio y se aguarda una contraoferta para los próximos días, para finalmente solucionar un tema que mantiene inquieto al mismísimo entrenador.
De hecho, en varias conferencias de prensa Cocca razonó que Bou atraviesa una etapa complicada para cualquier jugador como consecuencia del sinfín de rumores que lo liga con interesados del exterior, teniendo en cuenta que el libro de pases en los principales destinos europeos está abierto hasta el 31 de agosto. ¿La traba? Blanco no se mueve de la cifra pretendida en primera instancia por el ex River y desechó rápidamente una propuesta que su agente arrimó por la mitad del monto exigido.
De ninguna manera corre peligro la permanencia de Bou en la Academia, aunque él mismo se expresó puertas adentro y reclamó un incremento salarial que lo posicione cerca del grupo de los futbolistas mejor pagos, privilegio que en la actualidad todavía le queda lejos y efectivamente alimenta su malestar. Por ahora, lo que Racing puso sobre la mesa figura distante de las pretensiones del nuevo ídolo.