Las instalaciones de algunas franquicias volvieron a abrirse para que puedan trabajar los jugadores de forma individual y de manera voluntaria, sin entrenadores (los trabajos oficiales aún no están permitidos), a medida que la liga comienza los preparativos para la reanudación en una o más ubicaciones centralizadas, entre las que Disneylandia, en Orlando, pica en punta.
Muchos detalles aún no se han determinado, como cuántos partidos de la temporada regular se disputarán (faltan aproximadamente una quincena para todos los equipos) y dónde se alojarán los jugadores.
Aunque es justamente por la disponibilidad hotelera del resort del ratón más famoso del mundo que ese espacio es el mejor considerado para retomar la acción. De hecho, la NBA y Disney inauguraron en agosto del año pasado el NBA Experience en Disney Springs, ese espacio de 13.000 metros cuadrados y dos pisos donde se pueden realizar actividades y juegos.
Tener todas esas facilidades a mano que son gestionadas por un importante socio comercial asoma como punto clave a favor del emporio del entretenimiento. Pero la liga espera que los equipos completen un campus de entrenamiento de un mes en sus espacios propios antes de que se reanude la temporada.
Hasta la suspensión, la 2019/20 se trataba de una de las campañas más emocionantes de los últimos años. Con la reconstrucción de Golden State Warriors en marcha, no había un favorito definitivo, y tanto Los Angeles Lakers como Milwaukee y los Clippers asomaban como favoritos a la corona.
Todos los jugadores serán evaluados con tests del COVID-19 y la NBA está tratando de desarrollar una estrategia en caso de que un jugador dé positivo. Hay tratativas con al menos cuatro proveedores privados de esas pruebas, factor que el comisionado Adam Silver califica como imprescindible para que se vuelva a jugar.
Para esto fue clave haber encontrado un método que permita realizar pruebas generalizadas de jugadores sin quitar esos tests a la población que más lo necesita.
El plan es que los jugadores se sometan a análisis una vez por semana y a cada uno de ellos también se le tomará la temperatura antes de ingresar a las canchas o instalaciones de entrenamiento.
La esperanza es terminar los playoffs a principios de septiembre, evitando conflictos con la temporada regular del fútbol americano (NFL). Por supuesto, eso garantizaría que el campeonato 2020-21 se retrasaría potencialmente a comienzos en diciembre. Pero esto ya era algo hablado, independientemente de lo que sucediera con el actual certamen.
Eso originaría otro problema, cuyos alcances se sabrán más adelante, ya que la competición venidera podría extenderse hasta agosto de 2021 y complicaría fuertemente la presencia de las estrellas de la NBA (al menos de aquellas que se clasifiquen a la postemporada) en los Juegos Olímpicos de Tokio?.
Por ahora, el objetivo es reanudar la temporada, pero muchos jugadores insisten que no arriesgarán nada que pueda perjudicar a sus familias cuando se trate de poner en riesgo la salud. Por eso los equipos ahora mismo están centrados en asegurar la vuelta a los entrenamientos colectivos.
Los ejecutivos aún están diseñando un plan sobre cómo terminar la temporada regular y determinar los lugares de desempate, sobre todo porque existen importantes interrogantes sin resolver, como si se va a reanudar la temporada con los 30 equipos cuando varios ya están eliminados de los playoffs.
Otra opción podría ser establecer un torneo de ingreso entre los que aún tienen posibilidades para los dos últimos lugares de playoffs en cada conferencia.
Estas son algunas de las preguntas que deberán responderse durante las próximas semanas, pero por ahora la NBA parece estar en camino de reanudar la temporada el próximo julio.