Se trató de un acto irresponsable, por el que se encuentra detenida y su rostro aparece en las portadas de medios de todo el mundo. Tras estar cuatro días prófuga, la mujer que provocó una importante caída durante la primera etapa del Tour de Francia se entregó el último miércoles a Gendarmería y aseguró estar pasando un muy mal momento.
"Tiene un sentimiento de vergüenza, de miedo ante las consecuencias de su acto, dice estar angustiada por el impacto mediático de su estupidez", aseguró Camille Miansoni, el fiscal de Brest que está a cargo de la investigación, en declaraciones reproducidas por Le Parisien.
"Quiso enviar un mensaje cariñoso a la atención de sus abuelos, que son espectadores incondicionales y asiduos del Tour de Francia", continuó Miansoni, haciendo referencia al momento en el que la joven francesa de 30 años invadió la ruta y mostró un cartel con la leyenda "¡Allez Opi-Omi! (¡vamos abuelo y abuela! en una mezcla entre francés y alemán)".
El fiscal contó que la mujer demoró en entregarse porque "tardó mucho en darse cuenta de lo sucedido, de su error" y agregó: "Fue puesta bajo custodia policial por el hecho de haber puesto en peligro a otras personas por incumplimiento deliberado de una obligación de prudencia y seguridad impuesta por ley o reglamento, y por actos de lesiones involuntarias con incapacidad no superior a tres meses". Y advirtió que la investigación judicial va a continuar.
Pese a que la organización del evento retiró su denuncia, la investigación judicial continuará y la acusada podría recibir una pena de hasta dos años de prisión en el caso de que alguno de los ciclistas que resultaron heridos quedaran fuera de actividad por más de tres meses. Además, podría recibir una multa de miles de euros.
<b>El Tour de Francia retiró la denuncia</b>
El Tour de Francia informó que retiró la denuncia contra la espectadora. El director adjunto de la carrera, Pierre-Yves Thouault, indicó que la decisión se tomó con el fin de "calmar" la situación creada por las caídas y para que la atención no se desvíe de la carrera. Sin embargo, reiteró que los espectadores deben seguir de forma escrupulosa las normas de seguridad para evitar que se repitan este tipo de situaciones.
En un principio, el Tour había presentado una denuncia contra la mujer francesa por heridas involuntarias y se especulaba con la posibilidad de que los ciclistas damnificados en la caída, como el alemán Jasha Sutterlin y el español Marc Soler, que debieron abandonar, se sumaran a la demanda.
Pierre-Yves Thouault recordó la obligación de permanecer fuera de la carretera, no cruzarla, y no hacerse selfies. "Hagamos posible que el espectáculo no sea estropeado por comportamientos inadmisibles por parte de una ínfima minoría de espectadores", completó el director adjunto del Tour.