En 2012, Horacio García -coordinador del área de captación de Boca- viajó a Entre Ríos junto a cuatro colegas para observar juveniles que pudiesen probarse en el Xeneize.
Durante la estadía, visitaron el club Libertad de Gualeguay y, sin saberlo, se toparon con quien, diez años después, sería un campeón del mundo: Lisandro Martínez.
"Cuando lo vimos jugaba de 5. Era el dueño del equipo, hacía todo. Nos llamó mucho la atención porque tenía un carácter bárbaro, era rápido y metía como loco", confesó García.
Una vez que terminó la jornada, el área de captación de Boca se reunió para conversar sobre los futbolistas que se habían destacado. "De esa prueba elegimos a Lisandro y cuatro más. En el informe, escribimos: 'de físico pequeño, va a cumplir 14 años, sobresale por su gran técnica, su habilidad, su temperamento y su agresividad'", detalló el ex formador de Boca.
Sobre la posición en la que se imaginaban al actual defensor del Manchester United, García explicó: "Nosotros pensamos que podía ser un 3 bárbaro porque era rápido y agresivo. Pero como él jugaba de 5 nos parecía que iba a ser violento decirle directamente que lo queríamos de 3. Entonces le dijimos que lo queríamos ver de volante por izquierda".
Cuando aceptó la propuesta, Lisandro Martínez viajó a Buenos Aires para comenzar las pruebas en Boca. "Vino varias veces y fue pasando los filtros. Nunca jugó mal, pero en el selectivo final no lo dejaron. Era para ficharlo, pero teníamos un coordinador que era un caprichoso", aseguró García.
Ante la negativa de Boca, Lisandro Martínez fue fichado por Newell's y, luego, por Defensa y Justicia. Por su desempeño, en 2019, fue convocado por Lionel Scaloni para vestir la celeste y blanca, señaló Olé.
"Cuando lo vi en la Selección me puse contento por él pero sentí tristeza porque no me lo dejaron traer a Boca. Te angustias porque trabajas para eso", rememoró García.