La FIFA comunicó hoy una suspensión de tres años para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por al beso no consentido que le dio a la jugadora Jennifer Hermoso, el pasado 20 de agosto, durante la ceremonia de premiación del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda.
La Comisión Disciplinaria de la entidad con sede en Zurich dispuso que el dirigente quede inhabilitado para para ejercer cualquier cargo o actividad relacionada con el fútbol durante el período determinado.
En las imputaciones para decidir el castigo, las autoridades disciplinarias también contemplaron los gestos obscenos realizados por Rubiales en el palco de autoridades y en presencia de la reina Letizia y la infanta Sofía, como también las presiones que recibió Hermoso por parte de RFEF.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="en" dir="ltr">The FIFA Disciplinary Committee has banned Luis Rubiales, the former president of the Spanish Football Association, from all football-related activities at national and international levels for three years<br><br>?? <a href="https://t.co/BtyFhH5Fmt">https://t.co/BtyFhH5Fmt</a> <a href="https://t.co/wROu12rJPm">pic.twitter.com/wROu12rJPm</a></p>— FIFA Media (@fifamedia) <a href="https://twitter.com/fifamedia/status/1718948130794652101?ref_src=twsrc%5Etfw">October 30, 2023</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
La FIFA se basó en el artículo 13 de su Código de Conducta y entendió que Rubiales vulneró dos incisos: uno relacionado con las "las normas de conducta cívica" y otro que advierte sobre "adoptar una conducta que desprestigie al fútbol y a la FIFA".
Rubiales, quien renunció el pasado 10 de septiembre tanto a su cargo en la RFEF como a la vicepresidencia de la UEFA, podrá presentar un recurso ante el Comité de Apelación.
La sanción impuesta hoy llega después de una inhabilitación provisoria de tres meses por la que la FIFA le impidió a Rubiales, a la federación y a sus directivos o empleados contactar a Jennifer Hermoso y a su entorno más cercano con el fin de evitar presiones y coacciones para que la jugadora dijera que el beso fue consentido.
Por este motivo, además, el extitular de la RFEF quedó imputado por agresión sexual en una causa abierta en la Audiencia Nacional de España.