"Gran trabajo del equipo, ¡estamos en la final! Me duele mucho perderme cualquier partido, pero espero estar al 100% para poder ayudar en la final". Lionel Messi eligió su cuenta de Facebook para celebrar el triunfo ante Guangzhou, en la semifinal del Mundial de Clubes. Pero también para lamentarse por no poder estar, afectado por un síndrome nefrótico. Más allá del deseo de la Pulga, el entrenador de Barcelona, Luis Enrique, aseguró después del partido que "nadie sabe si Messi estará en la final". ¿De qué se trata el cuadro que afecta al 10 y que puede dejarlo al margen de la definición ante River?.
Según las definiciones médicas más sencillas, el síndrome nefrótico "es una condición que causa que los riñones dejen escapar proteína de la sangre a la orina. En adultos, es usualmente un signo de daño a los riñones o un problema subyacente". Es decir, un trastorno renal, más conocido como cólico renal. Lo cierto es que este tipo de cuadros producen mucho dolor, pero el tiempo y el método de recuperación pueden variar dependiendo de la gravedad.
El club no informó si se trata de una o varias piedras en el riñón y dónde están alojadas. De no mejorar el cuadro, Messi posiblemente se perderá la final ante River (el próximo domingo, desde las 7.30 -hora argentina-). Incluso, si continuara así, quizás podría ser sometido a una litotricia, una pequeña intervención en la que se deshacen las piedras con un láser. Así lo explica el diario español El País, que agrega: "En el caso de que fuera arenilla, sin embargo, Leo quizá sí que podría disputar la final porque al contrario que las piedras no se queda alojada en los riñones sino que desciende poco a poco, también con dolor".
"Los dolores eran insoportables, pero más allá de las ganas de jugar que tenía. Igual hasta el domingo hay tiempo, Leo es un jugador que le encanta jugar y sobre todo las finales, y seguramente hará todo lo posible para estar", destacó su compatriota Javier Mascherano.
De todos modos, se impone la cautela. En declaraciones al diario catalán Mundo Deportivo, Antonio Alcaraz, jefe de urología del Hospital Clínic de Barcelona, explicó: "El diagnóstico se realiza con una tomografía en la que se determina el tamaño de la piedra. Si es inferior a 5 milímetros la expulsión es natural; si no, hay que intervenir en el uréter y extraerla. Mientras, se debe beber muchos líquidos y hacer el movimiento equivalente a la actividad diaria habitual de una persona, sin entrenar ni realizar deporte". Y destacó: "El plazo habitual para que un paciente esté en perfectas condiciones, incluso para el deporte de élite, es de 24 horas a partir de la expulsión, pero si Messi no elimina la piedra 48 horas antes de la final es difícil que pueda jugar debido a la falta de actividad. Aunque eso ya es más decisión del técnico y de los preparadores físicos".