Para Javier Mascherano perder con la Selección argentina no es simplemente una derrota. Por eso haber caído en la final de la Copa América significa un nuevo dolor, tal como lo fue hace un año en el Mundial de Brasil, una tortura según su propia definición.
"En lo personal, no encuentro maneras de creerlo. Es lo que toca. Esto es una tortura", describió el subcapitán del elenco nacional, visiblemente dolido y con la voz quebrada.
"Quizás soy yo. No me culpo, trato de buscarle una explicación. Quisiera disfrutar esta camiseta como nadie, pero me toca sufrir", insistió el mediocampista.
Sobre la seguidilla de definiciones perdidas por la Selección, Mascherano deseó: "Ojalá que en el futuro Argentina pueda ganar. Ya me ha tocado con Carlitos (Tevez) perder tres Copas. No le puedo encontrar una explicación. Tanto en 2004 como ahora estuvimos muy cerca. Veníamos de un golpe muy duro en el Mundial".
Pero el "Jefecito" intentó buscarle el lado positivo al encuentro ante Chile y al rendimiento del equipo a lo largo del torneo. "Hemos hecho una muy buena Copa América, obviamente con matices. Hoy jugamos una final, de visitante y el equipo estuvo a la altura de la circunstancias. En todo el momento llevamos el partido para el lado que queríamos. Nos faltó esa cuota de suerte que se necesita en las finales", argumentó.
"Soy uno de los más grande, y habrá que hacerse cargo de lo que venga, aunque el futuro está muy lejos. A los hinchas les agradecemos por creer en nosotros", se sinceró el defensor de Barcelona.
Por último, Mascherano contó intimidades del vestuario y del dolor de Lionel Messi:. "Leo está destruido. Es un karma, una tortura que llevamos en los hombros".