Gabriel Avalos fue la gran figura de Patronato en la victoria histórica ante River. Durante su carrera superó adversidades y el fútbol lo premió con una noche que difícilmente olvidará: un hat-trick en el Monumental. Y entre todas esas manos bravas que le tocó jugar, hay un dato por demás llamativo de hace dos años y medio: en julio de 2016, el paraguayo se vio envuelto en un caso de presunta estafa.
El epicentro fue en Misiones, pero el cimbronazo se sintió fuerte en Uruguay y hasta hubo réplicas en la sede de la AFA. En aquel entonces, Crucero del Norte demandó a Gabriel Avalos por estafa y pidió su captura a Interpol si no regula la situación. El delantero paraguayo había realizado la pretemporada con Peñarol en Maldonado y Punta del Este pero, llamativamente, no fue partícipe de la presentación oficial y pública que el Carbonero hizo de sus refuerzos luego de una demanda del elenco misionero.
¿Qué pasó en el medio? El conflicto se gestó tiempo atrás. Según le habían contado en aquel entonces a Olé desde el lado de Crucero del Norte, el punta, que fue pieza clave en el ascenso de la B Nacional a Primera División, tenía contrato vigente hasta diciembre de 2018 y recibió un pago por adelantado. Sin embargo, desde Uruguay explican que el mismo es inválido ya que nunca entró en vigencia porque el club misionero no hizo uso de la opción de compra a fines del 2015 y el pase de Avalos volvió al Club Iguazú Nippon FC de Paraguay.
"Exigimos que Avalos devuelva el dinero de la renovación del contrato firmado hasta 2018 (150.000 dólares de los 500.000 totales). Llamé al presidente de Peñarol para ponerlo en aviso. Este jugador estafó en Paraguay y ya lo hizo en Argentina. ¿Les sorprende que lo haga en Uruguay? Nosotros impusimos una orden de captura por Avalos por incumplimiento de contrato que salió por Interpol ayer", había contado Juan Sosa, Gerente Deportivo de Crucero, en diálogo con Sport 890.
Desde Peñarol no se quedaron de brazos cruzados y encendieron la luz de alerta. Advertidos de la situación, dilataron la firma del contrato de Avalos. "Me preocupa relativamente", había admitido Walter Pereira, vice presidente del Carbonero. Desde Uruguay alegaron que Crucero hizo una extensión del contrato sin comprar la ficha, que la misma estaba en Iguazú Nippon (jugó en el club misionero en calidad de cedido) y que, transcurrido el 26 de julio, quedaría libre y Peñarol pediría el transfer a la Federación de Paraguay.
Más allá de la movida de Crucero, la razón la tenía Peñarol: el 27 de ese mes, Avalos quedó libre y pudo firmar su vínculo con el club uruguayo.