La novena edición del Dakar sudamericano, 39ª de la competencia, dejó un muy buen balance general para su director, el francés Etienne Lavigne, pese a la suspensión de dos etapas (Oruro-La Paz y Salta-Chilecito) por las pésimas condiciones climáticas.
"Nosotros siempre tenemos contemplado suspender una etapa si es necesario, aunque lo lamentemos. Desgraciadamente tuvimos que cancelar dos etapas largas porque las condiciones de seguridad no estaban garantizadas pero los pilotos están contentos, satisfechos, por lo realizado", comentó el galo.
"Para nosotros fue un balance positivo porque hemos hecho una edición muy particular, con condiciones muy difíciles, con especiales fantásticas. Fue un nuevo Dakar con la marca de Marc Coma, con mucha navegación, lluvia, barro, agua... Fue un Dakar casi normal. Estamos realmente muy contentos, fue un éxito total, con una organización casi perfecta", expresó Lavigne, quien quedó impresionado por el recibimiento que tuvo la caravana en La Paz.
"Eso fue una locura total. Había gente al lado de la ruta durante casi 40 kilómetros cuando llegábamos a La Paz. Fue muy fuerte, muy agradable para nosotros. Fue una experiencia humana única", destacó.
Con respecto a la próxima edición, Etienne no adelantó nada pero dijo: "Para mantener el interés deportivo y mediático debemos cambiar el país de largada, de llegada, número de etapas por país, los recorridos, es nuestra filosofía de trabajo para seducir a los pilotos".