Una ola de estrellas del fútbol se marchó a China para potenciar una liga relegada, con vistas al futuro. La selección de ese país apenas disputó el Mundial que se llevó a cabo en Corea-Japón 2002 y la idea de los altos mandatarios es contagiar al público e invertir millones de dólares para transformarse en una de los mejores equipos del continente. En 2016, los chinos realizaron fichajes por 450 millones de dólares.
Con la llegada de figuras de renombre, como Carlos Tevez, los dirigentes chinos planean que los locales salgan beneficiados con el roce ante hombres de alto nivel y en unos años, las citas mundialistas cuenten con sus presencias constantes.
Junto al Apache están los colombianos Freddy Guarín y Giovanni Moreno en el Shanghai Shenhua y hay otras estrellas en varios equipos, como Renato Augusto (Beijing Guoan), Ezequiel Lavezzi (Hebei Fortune), Oscar y Hulk (Shanghai SIPG), Fernandinho (Chongqing Lifan), Ramires y Jo (Jiangsu Suning) y Paulinho, que es dirigido por Luiz Felipe Scolari (Guangzhou Evergrande).
Según FIFA, la liga que más invirtió en compra de futbolistas fue la inglesa, con más de 1.000 millones de dólares, mientras que le siguieron Alemania, España e Italia. Cabe recordar que por el incesante arribo de extranjeros, la Superliga decidió recortar a cinco el cupo en el plantel y apenas tres podrán estar juntos en la cancha.