Todavía faltan muchas piezas para completar el rompecabezas y saber cómo se perfila la Argentina rumbo a los Juegos Olímpicos, que se disputarán del 26 de julio al 11 de agosto en París. Hasta hoy se clasificaron 73 atletas albicelestes para la gran cita; 50 hombres y 23 mujeres.
Dentro de este grupo todavía acotado se incluyen cuatro equipos que ya se aseguraron el pasaje: el hockey sobre césped femenino y masculino, el rugby seven y el handball, que juntos suman 59 representantes. La previsión es que la delegación se duplicará hasta llegar a la Ciudad Luz con un máximo de 150 atletas, una merma respecto de Tokio 2020, adonde participaron 181.
Será un primer semestre de 2024 lleno de acción es busca de los tickets y la Argentina peleará en múltiples frentes en pos de nutrir su representación nacional. Bien temprano en el calendario, desde el 20 de enero, las miradas estarán puestas en el torneo de fútbol Preolímpico de Venezuela, donde el Sub 23 de Javier Mascherano tendrá la difícil misión de conseguir uno de los dos cupos.
Pero además habrá búsquedas de pasajes olímpicos en natación, aguas abiertas, voleibol masculino y femenino, atletismo, boxeo, canotaje slalom y sprint, BMX Freestyle y Racing, ciclismo, mountain bike, esgrima, gimnasia artística, golf, yachting, taekwondo y lucha, entre otros deportes.
Las esperanzas del Comité Olímpico Argentino se aferran a la lógica y los nombres con posibilidades de podios y diplomas coinciden con cualquier proyección que se pueda trazar. Si se habla de equipos, surge naturalmente el de rugby seven, de sostenido crecimiento en los últimos años.
Con el triunfo en el Seven de Ciudad del Cabo, el conjunto de Santiago Gómez Cora terminó el año pasado en el primer puesto del ranking, luego de las dos primeras etapas de la temporada 2023/2024 del Circuito Mundial.
Las Leonas, subcampeonas olímpicas y mundiales, tendrán como objetivo primordial desbancar a Países Bajos, absoluto dominador en el hockey sobre césped femenino. Si el voleibol masculino consigue el desahogo de clasificarse a París podría pelear el podio, mientras que el handball y el hockey masculino tienen el derecho a soñar con diplomas. Siempre un caso aparte, el fútbol masculino será un fuerte candidato si supera la valla preolímpica, sobre todo si la lista llega reforzada con el permiso de los clubes.
Si hay un sitio y una superficie en la que los tenistas argentinos pueden destacarse en los Juegos Olímpicos es en Roland Garros, sobre polvo de ladrillo, la superficie madre de nuestra región. Entre el 27 de julio y el 4 de agosto, el Bois de Boulogne, uno de los escenarios más emblemáticos del circuito, cobijará una competencia en la que, por ejemplo, Novak Djokovic buscará obtener el único trofeo "grande" que le falta: la medalla dorada en singles.
Tomás Etcheverry (30º) y Francisco Cerúndolo (21º) tuvieron valiosas actuaciones en París en 2023 (el platense llegó a cuartos de final; el porteño, a octavos) y, para ambos, destacarse a nivel olímpico será un incentivo. Sebastián Báez (28º), con tres títulos sobre canchas lentas, también querrá hacer ruido.
En París habrá seis tenistas por país, con un máximo de cuatro en el torneo individual, dos parejas de dobles y una de dobles mixto. Para los cuadros de singles tendrán prioridad los 56 que ingresen en manera directa, según el ranking del 10 de junio de 2024. Uno de los que deberá esperar el corte de entrada es Facundo Díaz Acosta (95º), último campeón panamericano en Santiago.
Además, los doblistas Horacio Zeballos (5º), Andrés Molteni (13º) y Máximo González (13º) también estarán. Entre las mujeres, Lourdes Carlé sacó pasaje para París tras ganar la plata en Santiago 2023, pero deberá validar ese beneficio ubicándose entre las mejores 400 tras Roland Garros.
¿Qué ocurre en otros deportes? Bendecidos por Santiago Lange, campeón olímpico en Río 2016, la dupla del Nacra 17 compuesta por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco cuentan con serias chances de una medalla en yachting; por lo pronto, arrasaron en su categoría en los últimos Juegos Panamericanos.
En canotaje velocidad, Agustín Vernice perseguirá en aguas francesas algo más que el diploma que obtuvo en Tokio 2020, mientras que la nadadora Macarena Ceballos apuntará a una final en 100m pecho. Y Lucas Guzmán, que perdió el duelo por el bronce en Oriente, querrá subir su propio listón, más allá de que todavía no está ingresando por ranking a los cinco anillos.
Será interesante observar el rendimiento de la tiradora Fernanda Russo, que con apenas 24 años incursionará en sus terceros Juegos Olímpicos, en rifle de aire a 10 metros. Con ella estará su colega Federico Gil, un experimentado tirador de 35 años, que también irá por su tercer capítulo pero en skeet.
"Es difícil pronosticar resultados, porque más allá de lo que uno prevé, dependerá de un montón de factores. No me animo a hablar de cantidad de medallas, más adelante lo veremos. Por lo pronto, todavía tenemos muchos deportes que seguramente aportarán atletas para la delegación", le dijo a La Nacion Mario Moccia, presidente del COA.
Nunca es fácil la coyuntura olímpica argentina y mucho menos ahora, con el valor del dólar como rector de las giras internacionales y el costoso equipamiento. Además, la asunción de Javier Milei como presidente de la Argentina replantea el delicado equilibrio entre el Comité Olímpico, la Secretaría de Deporte y el Enard, si se habla de presupuestos y de una política de fuertes recortes en todos los sectores del Estado.
Después de cuatro Juegos Olímpicos consecutivos -de Atenas 2004 a Río 2016-, en los que la Argentina se llevó al menos una medalla de oro, en Tokio 2020 ya no hubo cosecha del metal más preciado y la delegación se quedó con tres preseas, todas en deportes de equipo: plata para las Leonas y bronce para el voleibol masculino y el rugby seven.
Ahora, el panorama se presenta tan arduo como en Japón, aunque el talento argentino se encargó de sorprender con algún logro mayúsculo que no figuraba en las previsiones.