En Turín, hubo paridad entre dos de las selecciones más importantes del Viejo Continente, que apuestan a volver a ser en lo venidero. Compartieron zona en el Mundial de Brasil 2014, donde la Azzurra se impuso, antes de que fueran eliminados sorpresivamente, en manos de Costa Rica y Uruguay, los dos conjuntos que iban de punto antes de que se llevara a cabo la competición.
Fueron los de Antonio Conte, que intenta cambiarle la cara al plantel para el futuro próximo, los que se pusieron en ventaja en la cancha de la Juventus. El tanto fue obra de Graziano Pellè, el delantero que promete y mucho en el Southampton inglés. Pero en el complemento, el local se dejó estar y las cosas no le terminó saliendo como lo esperaban. De hecho, casi se queda con las manos vacías.
Franco Vázquez, el argentino que se nacionalizó italiano en el último tiempo, sabiendo que quizás no tenga espacio con la Albiceleste más allá de su buena actualidad en el Palermo, tuvo su bautismo. Entró a los 15 minutos del segundo tiempo por Éder, justamente otro brasileño que se naturalizó para vestir la camiseta italiana.
No hubo total suerte en la presentación del Mudo, que tuvo poco contacto con la pelota y se encontró con un equipo cuidando el resultado, que variaría a falta de poco para el final, debido al tremendo zapatazo de Ardos Townsend, quien puso el 1-1 a favor de los de Roy Hodgson. Sobre el epílogo, cualquiera pudo haber hallado la victoria, pero fallaron en la estocada final.