Después de ganarle el clásico a Racing y de avanzar de ronda en la Copa Argentina, el Rojo metió una tremenda remontada y se lo dio vuelta a Huracán sobre la hora en el Libertadores 2-1. Había arrancado abajo por el gol en contra de Gigliotti, pero Barco empató de penal y Erviti le dio el triunfo en el último suspiro. Lo mandó al Diablo al Globo, que vuelve a mirar preocupado los promedios y en la próxima recibe el líder Boca.
A Independiente le costó más que otras veces hacerse dueño del partido y el primer tiempo fue de ida y vuelta. Con Montenegro en buen nivel, Campaña tuvo más revolcones que Marcos Díaz en la primera mitad, pero al equipo de Azconzábal le cuesta mucho meterla. Tanto que se puso en ventaja sólo porque Gigliotti la clavó en un ángulo... pero en su propio arco.
Aguantó bien el equipo de Patricios, que tuvo una inmejorable para liquidarlo en el complemento con el Rojo jugado en ataque, pero Campaña bancó los trapos abajo. Rigoni y Barco hicieron crecer al team de Holan por los costados y, en un desborde, Nervo la bajó con la mano y fue penal, que el propio pibe se encargó de convertir.
Pero había tiempo para más en un final polémico. Huracán reclamó un penal que no era y, cuando el partido se moría, llegó otra bola al corazón del área, para encontra a un Erviti que estaba en el momento justo y el lugar indicado para darlo vuelta y hacer que el Rojo siga de racha. Sigue escalando puestos Independiente y quedó a un pasito de la Libertadores.