Marcelo Bielsa se esfuerza por ser austero, por pasar desapercibido, por ser humilde; por ser conocido a través de su trabajo. Pero cuanto más auténtico es, más llama la atención. Su apodo lo dice todo. Y el Loco, además de tener al Olympique de Marsella en lo más alto de la Ligue 1 de Francia, es furor entre los hinchas y redituable para el club.
La marca deportiva que viste al Marsella aprovechó una de las locuras de Bielsa para lanzar una campaña de marketing para vender la nueva camiseta alternativa del club. Celeste y con vivos naranjas, la casaca suplente del equipo se vende adentro de una heladerita y cuesta 70 euros el talle de adultos y 60 el de niños.
Bielsa acostumbra seguir los partidos de su equipo sentado en la conservadora, lejos de la cómoda butaca del banco de suplentes del Velodrome. Una actitud poco convencional que parece de lo más normal para el local y que los encargados de la publicidad y venta de la marca supieron aprovechar.