La dura derrota que Huracán sufrió ante Chicago, el 15 de agosto pasado, significó mucho. Néstor Apuzzo dejó su puesto y Eduardo Domínguez, al ver que la situación era crítica, decidió retirarse y asumir la responsabilidad de guiar al equipo en la segunda mitad del año.
Desde entonces, el Globo encadenó cuatro empates y dos victorias (una de ellas ante San Lorenzo, el clásico rival). Se respira aire fresco en Parque Patricios. El equipo tiene más vocación ofensiva, aunque sabe que aún queda mucho por corregir.
Domínguez le dio una inyección de confianza a Huracán. Le dio una inyección de confianza a un equipo que miraba el descenso de reojo. Hoy, tras un primer tiempo flojo, salió a jugar el complemento con una ambición increíble. En apenas cinco minutos le hizo dos goles a Sport Refice.
Wanchope Ábila abrió el partido con un derechazo sutil tras una gran asistencia del juvenil Cristian Espinoza. Rápidamente, Mauro Bogado amplió la ventaja con un violento disparo desde afuera del área. Inatajable para Danilo Fernandes, el arquero brasileño.
Cuando faltaban 15 minutos para el cierre, y por si quedaban dudas, Wanchope la metió otra vez. Cabeceó, Fernandes dio un rebote largo y el 9 del Globo no perdonó. Intratable.
En cuartos, Huracán enfrentará al ganador de Defensor Sporting-Lanús (se define mañana; en la ida fue 0 a 0).