Huracán consiguió este lunes, con su 1-0 en Parque Patricios sobre Vélez, escalar dos lugares en la tabla de los promedios y dejar atrás a su víctima de hoy, además de quedar bien posicionado en el pelotón que persigue a Boca en la tabla de la Superliga. El Fortín, lleno de juveniles y con Marcelo Gómez como interino, quedó en el último lugar antes del sector de descenso.
En el primer tiempo empezó mejor el local, que avisó con un cabezazo afuera desde una inmejorable posición de Ramón Ábila. Pero Wanchope se iría lesionado enseguida y logró emparejar el Fortín, que sin embargo no llegaba al área contraria.
Pero más tarde se complicó Emiliano Amor al intentar controlar un pelotazo y le sirvió la pelota a Ignacio Pusetto, a quien bajó en el área cuando se le escapaba rumbo a César Rigamonti. A los 24 minutos, Mauro Bogado no perdonó con un tiro fuerte y alto y puso al frente al Globo.
El golpe se sintió fuerte entre los visitantes, que perdieron la brújula y le devolvieron el dominio a un anfitrión que no lo aprovechó del todo y sólo amenazó con un disparo desviado de Pusetto. El complemento arrancó en la misma tónica, y se lo perdió Patricio Toranzo con un tiro alto y Fernando Coniglio, el reemplazante de Wanchope, con un remate bajo y desviado.
Mientras los de Gustavo Alfaro empezaron a conformarse con la diferencia, los del Negro Gómez aprovacharon para crecer, manejar la pelota en tres cuartos de cancha y encontrar alternativas con los ingresasos de Jonatan Cristaldo y Jorge Correa, quien tuvo la más clara con un intento de media distancia.
Esa levantada del final no le alcanzó a Vélez para torcer su rumbo pese a merecer algo más. Huracán logró una victoria clave en su lucha y dejó al Fortín al borde del abismo.