Diego Milito se despidió ayer de la gente de Racing en el Cilindro de Avellaneda, que le brindó un espectáculo único. En el partido frente a Temperley, el Príncipe metió un gol de penal y erró otro, a los pocos minutos.
Luego del encuentro, apareció un mural con la cara del delantero en las inmediaciones del estadio de Independiente y la inscripción: "Milito uno solo". El dibujo estuvo pocas horas, ya que por la madrugada fue tapado por los hinchas del Rojo.
Su hermano, Gabriel, firmó como nuevo entrenador del club de Avellaneda y será su tercera experiencia como técnico, luego de dirigir inferiores en Independiente y de su paso por Estudiantes de La Plata.