El líder del Mundial de Fórmula uno, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), ganó el Gran Premio de Gran Bretaña con un tiempo de 1h31:27.729 por delante de su compañero el alemán Nico Rosberg y del alemán Sebastian Vettel (Ferrari).
Hamilton logró la quinta victoria en las nueve carreras de esta temporada, la trigésima octava de su carrera, y acrecentó su ventaja en el liderato del campeonato de pilotos de Fórmula Uno.
Los dos pilotos del equipo Williams, el brasileño Felipe Massa y el finlandés Valtteri Bottas, fueron cuarto y quinto en una carrera que comenzaron liderando tras una gran salida, pero en la que fueron derrotados con una gran lección táctica del equipo Mercedes.
Con un inicio apasionante en el que los dos Williams se pusieron por delante de Hamilton y Rosberg, en la parte trasera se produjeron tres abandonos nada más iniciarse el Gran Premio, además del brasileño Felipe Nasr (Sauber), que no pudo siquiera iniciar la carrera.
Un choque entre los dos Lotus del francés Romain Grosjean y del venezolano Pastor Maldonado en la primera curva, y un toque con Fernando Alonso, que a su vez chocó con su compañero británico Jenson Button, terminó con los dos coches de Lotus y el de Button fuera de carrera a las primeras de cambio.
Poco después tendría que abandonar el holandés Max Verstappen (Toro Rosso) por un problema de agarre que dejó su coche en la grava, y en la segunda mitad de carrera tendrían que abandonar el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) y el español Carlos Sainz (Toro Rosso).
En la pista, la batalla entre los Williams y los Mercedes se decidió por la acertada estrategia de Lewis Hamilton, que anticipó sus paradas tanto en la mitad de carrera como cuando irrumpió la lluvia en Silverstone, lo cual le permitió cosechar la primera plaza, seguido por Rosberg.
La mala gestión de los cambios de neumático pese a tener sus dos coches en cabeza provocó que los Williams no terminaran ni en el podio, ya que el Ferrari de Sebastian Vettel consiguió insertarse en el tercer lugar en las últimas vueltas.