Gonzalo Higuaín conquistó este domingo el título de la Liga italiana con Juventus y volvió a ganar un campeonato nacional cinco años después de la última vez, cuando triunfó con el Real Madrid del portugués José Mourinho.
El Pipita llevaba ya años deseando enriquecer su palmarés con un trofeo significativo y lo consiguió en esta temporada como líder del conjunto turinés, tras ser uno de los protagonistas de la Liga de los 100 puntos conquistada en el curso 2011-2012 en Madrid.
Tras las polémicas del pasado verano, cuando decidió dejar al Napoli para fichar por el rival Juventus, y la presión por tener que confirmar sus registros goleadores, Higuaín demostró que su decisión fue acertada y está peleando para ganarlo todo.
El argentino llega a los últimos quince días de competición con la Copa de Italia y el Scudetto ya matemáticamente conquistados, y se jugará el 3 de junio la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid en Cardiff (Gales).
Tras establecer con el Nápoles el récord absoluto goleador en la Serie A (36 en 35 partidos), el Pipita no mantuvo ese promedio este curso, pero aún así logró ser decisivo en los momentos determinantes de la temporada.
El exdelantero del River Plate propició los triunfos ante el Fiorentina (2-1), el Roma (1-0), el propio Nápoles (2-1 en Turín), el Torino (doblete en un 3-1) y permitió a su equipo conquistar el título con un camino triunfal y con una jornada de antelación.
Cuando, el pasado abril, Higuaín volvió al estadio San Paolo para medirse con su exequipo, la afición "azzurra" le dedicó una sonora pitada y el delantero del Juventus terminó el encuentro sin poder marcar.
Sin embargo, el calendario preveía dos enfrentamientos con el Napoli en tres días, el primero en la Serie A y el segundo en la Copa Italia: en el último citado, Higuaín firmó un doblete y contestó a sus detractores eliminando a los napolitanos de la copa nacional.
Si se compara el Pipita que ganó la Liga con el Real Madrid a su actual versión, el cambio es evidente. El de 2012 era un talentoso delantero de 24 años, más rápido, y que se alternaba, contra su voluntad, en la delantera con el francés Karim Benzema.
En estos años, Higuaín se ha convertido en un auténtico delantero centro, que sabe aprovechar al máximo sus ocasiones, y creció a nivel de carácter, desarrollando un liderazgo en el campo que todos sus compañeros le reconocen.
Llegado a los 29 años y al seguir sin poder levantar trofeos importantes con el Nápoles, el argentino tomó la decisión de firmar por el Juventus, animado por la urgencia de compaginar unos títulos prestigiosos a sus grandes actuaciones.
Las últimas tres temporadas fueron muy decepcionantes para el exmadridista, que también tuvo que digerir tres derrotas en tres finales con la selección argentina: dos en la Copa América contra Chile y, aún más dolorosa, contra Alemania en el Mundial de 2014.
Su primer año en el Juventus ya le permitió romper una sequía de títulos ligueros que duraba desde hace cinco años y el argentino quiere ahora seguir por este camino y recuperar los éxitos que le faltaron en una controvertida etapa de su carrera.