En el fútbol no hay lógica, esto no es ninguna novedad; pero lo sucedido en el 'Nuevo Monumental' revalida aún más ésta teoría. Godoy Cruz, que ya no tiene a Carlos Mayor en el banco de suplentes –hoy estuvo Daniel Oldrá, de manera interina-, se quedó con un partidazo ante Atlético Rafaela.
La Crema, en su casa, se hace fuerte, por eso llamó poderosamente la atención los horrores defensivos que tuvo en el fondo. En el primero, Jaime Ayoví, con todo el tiempo del mundo, la paró de pecho y definió fácil al fondo de la red.
Los de Roberto Sensini sintieron el golpe y pudieron descontar en dos oportunidades, pero en ambas apareció, de manera milagrosa, Rolando García Guerreño en la línea despejando el peligro. Igualmente, esto fue un aviso, ya que Walter Serrano pudo poner la igualdad.
La visita, sin ser avasallante, volvió a sacarle rédito a las distracciones de los rafaelinos. Repitiendo fórmula, pero cambiando de ejecutor, los de Oldrá volvieron a pasar al frente. Centro de la derecha para que primero Rubén Ramírez, y luego Ayoví, pongan el 3 a 1.
En el entretiempo, Boquita tomó nota y metió mano en el equipo, algo que le dio réditos de manera inmediata. A los pocos minutos, Federico González, con un bombazo, vulneró la resistencia de Sebastián Moyano. Y luego, a los siete, Nicolás Orsini, que acababa de ingresar, niveló el tablero.
Tras esta enorme remontaba, todo hacía indicar que los locales se lo iban a llevar por delante, pero un zapatado de Leandro Fernández a poco del cierre hizo delirar a todo el Tomba y quedarse con un inesperado 4-3.
Con este marcador, Godoy Cruz –que en el final se salvó por una enorme tapada de Moyano a Rodrigo Depetris-, que llegaba muy golpeado, logró unos tres puntos que le dan aire y le posibilitan alejarse de los últimos puestos.