Un hermoso primer tiempo se dio en La Plata, con mucha acción y goles desde el comienzo. A los 8 minutos, Lucas Pérez Godoy se fue expulsado en el visitante por doble amonestación, en una decisión muy poco vista en el fútbol argentino, pero que Jorge Baliño llevó a cabo. Sin embargo, eso no fue todo, porque al minuto, Sebastián Romero anotó un insólito gol en contra (en la acción de la roja a Pérez Godoy había visto la quinta amarilla). Y como si fuera poco, hubo posición adelantada de Nicolás Mazzola, quien dio el pase al medio y que después -un minuto más tarde- estableció el 2 a 0 con un zapatazo arriba.
La historia se le puso muy cuesta arriba a los de Julio Falcioni, quienes fueron como podían a buscar el descuento. Baliño quedó en la mira de todos los jugadores de Quilmes, quienes minutos después de ser perjudicados se encontraron con un penal inventado por el juez del encuentro y que Claudio Bieler cambió por gol a los 28 minutos. Después de eso, el local casi aumenta en una acción en la que Walter Benítez calculó mal un centro y dejó la valla vacía. Por su parte, el Cervecero fue y no pudo conseguir la igualdad, pero el tanto convertido dejó el partido muy abierto.
Y en el complemento, cuando Quilmes tenía que salir con la misma actitud de los últimos minutos del primer tiempo, jugando de igual a igual a pesar de la desventaja numérica, lo que pasó fue que Gimnasia comenzó a dominar el encuentro y le inclinó la cancha. Primero un remate que desvió Benítez y pegó en el palo; luego un centro al área que bajaron al medio y que Álvaro Fernández desperdició abajo del arco insólitamente. Y finalmente, tras esas acciones, llegó el 3 a 1 con un tiro libre de Ignacio Fernández que se desvió en la barrera y descolocó a Benítez.
Sin embargo, el encuentro volvió a cobrar emoción cuando Bieler anotó el 3-2 con un zapatazo estupendo que se clavó en el ángulo izquierdo de Nicolás Navarro. Esto volvió a cambiar el curso del partido, porque Quilmes fue con todo ante un Gimnasia que tenía un hombre de más y empezó a sentir la presión del juego. De hecho, Navarro tapó el empate al sacar un cabezazo estupendo frente a Joel Carli, el defensor Cervecero que apareció en el área del Lobo y casi lo iguala.
Luego de eso, lo más destacado fue que Baliño expulsó a Osvaldo Barsottini por doble amonestación, dejando a los dos equipos con diez. A partir de ahí, Quilmes lo buscó hasta el último minuto, pero finalmente se quedó con las ganas de conseguir el 3-3 ante un rival que aguantó hasta el cierre cómo pudo. De esta manera, Gimnasia llegó a 17 puntos en el certamen, mientras que Quilmes se quedó con 13 unidades y con Falcioni tambaleando en el puesto.