Luciano Leguizamón desde hace un tiempo se encuentro en Concepción del Uruguay, su ciudad natal. Entrenó un par de veces con el plantel de Gimnasia y Esgrima, otras solo o con amigos y por la noche en el gimnasio de Parque Sur. El jugador surgido de las inferiores de Rivadavia y que pegara el salto desde el Lobo uruguayense al fútbol grande, comenzando por River, se encuentra sin club y con el pase en su poder.
Con casi todas las ligas ya jugando sus torneos, el delantero estaría parado medio año, sin club y sin fútbol. De no surgir nada por estas horas, Gimnasia aparece como una alternativa para Leguizamón. Si bien el Lobo no está en condiciones de afrontar el costo de semejante refuerzo, el desafío personal para el jugador, las ganas de jugar y de no quedar parado medio año, han inclinando la balanza para el lado de Gimnasia.
La última palabra la tiene su representante, que aún continúa buscando club para Leguizamón. Si nada aparece, las ganas del jugador podrían crecer hasta hacerse realidad. A esto se suma la presencia de varios jugadores que participaron junto a él en el ciclo más exitoso de Gimnasia como su tocayo González, Catriel Orcellet y el ahora ayudante Ricardo Vendakis. Estos tres lo han invitado para sumarse. Habrá que esperar, al menos hasta el cierre del libro de pases habrá esperanzas.