Emanuel Gigliotti habló de su experiencia en el país asiático y comentó qué es lo que se le vendrá a Carlos Tevez en unos días. La poca comunicación, la soledad, la floja intensidad de entrenamiento y hasta la carne vacuna, son los puntos flojos. "Se hacen largos los días", afirmó.
La transferencia de Carlos Tevez a China, más precisamente al Shanghai Shenhua, ocasionó un simbronazo en el fútbol: será el jugador mejor pago del mundo mediante una cifra que da miedo. Pero detrás de todo esto (hasta el propio Carlitos en su momento dijo que "la plata no compra la felicidad") hay factores que te hacen replantear la ida hacia el otro lado del mundo.
Y el que lo sabe bien es Emanuel Gigliotti, quien hace dos temporadas juega en el Chongqing Lifan, y comentó lo difícil que se hace el día a día: "Es un lugar que culturalmente es muy distinto a Argentina. En mi caso, no encuentro gente extranjera ni para comunicarme, en mi ciudad la mayoría de la gente habla chino. Se hacen largos los días". Y apuntó que la soledad es un punto muy influyente: "El primer año estuve con mi pareja y ahora estoy sólo. Es más complejo, no es tan fácil. Muchas veces me digo: ¿Qué hago acá? Son diez meses alejado de la familia".
Si hay algo que el Apache nunca negoció fue su entrega en cada partido y hasta en el día a día, para estar óptimo y en condiciones cada vez que le tocaba defender la camiseta del club en el que actuaba. Y, según Gigliotti, allá se encontrará con otra realidad: "Los entrenamientos no son intensos como en Argentina y eso también se extraña mucho. A nivel calidad es inferior a lo que uno estaba acostumbrado". Y que se vaya olvidando de los asados: "Se extraña mucho la carne vacuna. Comen más cerdo, pescado o pollo, de vaca no hay".