Germán Burgos se está despidiendo lentamente de su prolongada función como ayudante de campo de Diego Simeone en Atlético Madrid y para encarar su propio paso como cabeza de grupo aseguró que fue "Marcelo (Bielsa) uno de los pilares" en los que se apoyó "para afrontar la vida y el fútbol".
"Bielsa es uno de mis pilares sobre cómo afrontar el fútbol, la vida, y haberlo tenido durante mucho tiempo en la Selección Argentina me sirvió para quererlo aún más. Lo suyo es un ataque voraz. Jugábamos 3-1-3-3. El Athletic de Bilbao con él jugó una barbaridad, era Marcelo en estado puro", confió Burgos.
"Ahora me voy a dedicar a ser entrenador principal, y mi aspecto algo desaliñado siempre fue uno de mis secretos, porque muchas veces me veían así, pero cuando empezaba a hablar los sorprendía a todos y decían: ¿pero este de dónde salió?", comentó.
El Mono Burgos ofreció una extensa entrevista de despedida al diario El País, de Madrid, en la que contó cómo se decidió a trabajar en el cuerpo técnico de Simeone.
"Cuando el Cholo se fue como técnico de Racing a Estudiantes de la Plata en 2006 me llamó y me dijo que me quería. Pero hicimos un pacto tácito, porque le respondí que aún no estaba preparado, que cuando volviera a Europa me llamara. Y así ocurrió. Cuando lo llaman del Catania, en 2010, aunque había pasado tanto tiempo, mantuvimos el pacto, y eso es lo bonito", recordó.
"Para mí ese paso por Italia fue como una universidad. De entrada quisimos cambiar el sistema y el equipo estaba hecho para jugar 4-3-3. Perdimos muchos puntos por querer cambiar al 4-4-2. Cuando tomamos la decisión de jugar para lo que el equipo estaba preparado, lo dejamos décimo. Fue la primera vez en su historia que alcanzó ese puesto. No se puede luchar con una idea tuya, o con otra que le guste a la mayoría, si no tienes a los jugadores adecuados", remarcó.
"Fíjese lo que pasó este año. Con tanta gente nueva la idea vuelve a salir adelante, por esa base sólida, impenetrable que va, va y va y consigue los objetivos. Ahora, si no consigues los objetivos, se verá si se puede cambiar. Pero conseguir una idea es lo más difícil y desarrollarla durante tantos años es más difícil todavía. Le pasó a Griezmann y a otros que tuvieron que dar el corazón. Pero eso se lo pide el grupo, nosotros también, pero cuando el grupo está sólido y ve que otro no va, dice ehhhh. Es ir de lo individual hacia lo colectivo", expresó el ex guardameta, quien en el final recordó una anécdota como jugador que lo marcó de por vida y es aplicable a su carrera de entrenador: "Cuando llegué a Atlético de Madrid lo hice cargando con una sanción en Mallorca de 11 partidos de suspensión por propinarle un puñetazo al capitán, Bernardino Serrano, y me agarró el técnico del Atleti, Luis Aragonés, que no me conocía y pensaba que me manejaba así todos los días. Me sentó y me dijo: 'Usted es el titular de la Selección Argentina, pero a la mínima que me haga se va a entrenar con el equipo filial'. Me habló solo de entrenar. Eso es marcar la cancha. Así hacemos nosotros", cerró.