Gastón Córdoba siempre anheló jugar en un gigante del básquet argentino como Atenas, hasta que le llegó el momento, y el ex alero de Central Entrerriano de Gualeguaychú, club del que se acaba de desvincular y donde fue figura en la Liga Argentina, contó sus sensaciones tras confirmarse su incorporación al Griego.
"Llegar a Atenas es sin dudas un sueño cumplido. Desde que era chiquito y jugaba en mi club, 9 de Julio de Freyre, anhelaba vestir esta camiseta en la Liga Nacional", esa fue la frase de cabecera del cordobés de Freyre, quien agregó: "Las sensaciones que siento son de felicidad y entusiasmo por la oportunidad que tengo hoy de jugar en la máxima categoría. También hay algo de nervios porque se trata de algo nuevo para mí. Ahora sólo quiero entrenarme, desarrollarme, dar lo máximo, adaptarme lo más rápido posible y estar a la altura para lograr ganarme mi lugar".
A la hora de dar un pantallazo sobre sus características como jugador, dijo el ex integrante del plantel del Rojinegro: "Me considero un jugador de rol. Soy un alero o ala pivote al que le gusta jugar de frente al aro, tomar tiros de tres puntos a pie firme o saliendo de cortinas. Igualmente creo que lo más importante es la defensa. Siempre de atrás para adelante, porque si se hace un buen trabajo en ese costado después tenés algunas libertades en ofensiva".
- ¿Qué te sedujo de la propuesta de Atenas?</b>
- Lo que me convenció para decirle que sí a esta institución fue el desafío deportivo que significa para mí. Sé que la competencia es muy dura y están muchos de los mejores jugadores del país. Eso me motiva muchísimo.
"Aún no sé bien cómo será la totalidad de la conformación del plantel. Habrá que esperar para saber cuáles serán los objetivos a trazarse. Pero no caben dudas de que buscaremos hacer una muy buena temporada. Con el paso del tiempo sabremos para qué cosas estaremos", agregó.
<b>Esfuerzo y trabajo</b>
El parate de actividades deportivas generadas por el Covid-19 caló hondo en la realidad de muchos. Pero el desafío planteado fue reinventarse. Y eso fue lo que hizo Gastón, quien junto a su mamá se unieron en un mismo objetivo para seguir adelante.
"La verdad es que con la Pandemia y la imposibilidad de desarrollar el trabajo normalmente, estaba necesitando generar ingresos de alguna manera. Así que aprovechando que mi mamá es muy buena en la cocina haciendo comidas y postres, decidimos vender", comentó. Y agregó: "Empezamos con empanadas, después pastelitos, churros, canelones? Y la verdad que nos fue bastante bien. Por suerte le gustó a la gente y hubo mucha demanda".