Después de la goleada en Venezuela por la Copa Libertadores y el sinfín de inconvenientes para pegar la vuelta a Buenos Aires, River tenía enfrente un clásico ante Independiente que resultaba fundamental por varios motivos: básicamente, para meterse en la pelea por el torneo y llegar de la manera ideal al Superclásico.
Marcelo Gallardo, una vez consumado el triunfo de la mano de Lucas Alario, advirtió que solamente pensaba en conseguir los tres puntos en este compromiso y no en lo que vendrá por delante. "Hoy era importante, necesitábamos ganar para mantener las posibilidades y la ilusión de pelear. Ahora viene Boca", contestó el DT campeón de América, que llegó a 7 unidades y se localiza a seis del líder Rosario Central.
A la hora de analizar el juego, el Muñeco reconoció que le agradó más la producción de la parte decisiva. "El segundo tiempo me gustó porque hicimos pie, en el primero ninguno de los dos estuvo bien. Hubo mucha confusión e imprecisión. Pudimos mejorar, tuvimos más control con Nacho (Fernández). A partir de ahí nos conectamos", soltó el entrenador que explotó, como todo el banco, con el desnivelar en el marcador.
Más tarde, en la conferencia de prensa ofrecida en las instalaciones del club, el DT intentó despegarse por completo de lo sucedido por la tarde en Boca, donde echaron al Vasco Arruabarrena por los malos resultados. "El objetivo y nuestra mirada es preparar el partido de la misma manera. No tenemos por qué cambiar. El problema es de ellos, que vienen de cesar a un técnico. Son problemas de ellos, nosotros ya tenemos demasiado con lo nuestro. Debemos prepararnos para jugar un buen partido porque necesitamos los tres puntos", analizó.
Por su parte, apeló a la autocrítica para hablar del rendimiento del Millonario, más allá de la festejada victoria. "Tenemos que mejorar, nuestra mejor versión no la hemos mostrado. Necesitamos encontrarnos en una buena sintonía. Tenemos que ser más regulares", especificó sus intenciones de cara al futuro.
Pero igualmente se encargó de alabar a su plantel, ya que "hay que saber jugar esta clase de partidos, porque si los perdés te dejan un sabor amarguísimo" ¿A qué se refería? "Jugamos el partido que había que jugar de acuerdo a cómo se dio. No era lo que pensaba, pero se dio así y mis jugadores saben cómo hacer estas cosas. Insistimos, no bajamos los brazos, fuimos para adelante y terminamos ganándolo", concluyó.