En efecto, el carácter amistoso de un partido desaparece por completo de la escena cuando River y Boca se ven las caras en el verde césped. Eso mismo ocurrió en la provincia de Córdoba, pese a tratarse del séptimo enfrentamiento entre ambos a lo largo del año. Un exquisito gol de Luis González hizo la diferencia en favor del campeón de América y Marcelo Gallardo aprovechó para transmitir su alegría.
En diálogo con la televisión una vez finalizado el encuentro en el Mario Alberto Kempes, el entrenador del Millonario aseguró que "el gol lo grité porque estos partidos uno siempre los quiere ganar". Convencido con su pensamiento, destacó que "son compromisos que uno busca ganar y que no le gusta perder, por suerte nos tocó a nosotros para que la gente pueda disfrutarlo". Fue el segundo éxito ante el Xeneize en 2015, tras cuatro derrotas y uno inconcluso por la Copa Libertadores (Conmebol decidió la descalificación de su adversario).
"Al equipo lo vi bien, creo que en el segundo tiempo tuvimos el control del partido y creo que pudimos haber hecho un gol más", analizó el DT, quien en la previa se había molestado con la programación de un choque de estas características en medio de la defensa de la Copa Sudamericana y con la necesidad de descansar para reponer energías por el desgaste de sus jugadores en el pasado inmediato.
Gallardo, siempre ávido de evolución, también expresó que "falta todavía para el Mundial de Clubes, la idea es seguir mejorando y que algunos jugadores eleven su confianza. Tenemos partidos importantes por la Sudamericana para lograr lo que queremos". El 21 y 28 de este mes, River enfrentará a Chapecoense de Brasil por un lugar en el cuadro de Semifinales del certamen continental.