San Lorenzo tuvo una primera parte del año del 2014 soñada, ya que logró sacarse de encima su gran karma y alzó, por primera vez en su historia, la Copa Libertadores. En la segunda parte, los resultados no fueron buenos y navegó por la parte media de la tabla en el torneo local; aunque logró el subcampeonato en el Mundial de Clubes.
La vara quedó muy alta en Boedo y por tal razón los dirigentes comenzaron a moverse para cumplirle los deseos a Edgardo Bauza. El experimentado entrenador quería retocar algunas piezas y uno de sus pedidos era Franco Mussis, quien se encontraba a préstamo en el Genoa de Italia.
Luego de algunas negociaciones, y el gran deseo del volante surgido de Gimnasia de La Plata, el Ciclón le compró la ficha del mediocampista al Copenhague de Dinamarca a cambio de 2.000.000 de dólares. Al arribar al país, demostró todo su entusiasmo: "Vengo a querer jugar, a ser titular. Quiero demostrarle al técnico que quiero estar. Estoy predispuesto".
"Soy un volante central mixto. Que puede atacar y defender. También lo puedo hacer en la banda, como comencé en Gimnasia. Soy un volante aguerrido, que no da ninguna pelota por perdida. Voy a defender la camiseta a muerte. Estoy con mucha ilusión, con muchas ganas. Ojalá podamos conseguir cosas importantes", expresó el joven de 22 años, en diálogo con TyC Sports.
Pese a que en su paso por el "Viejo Continente" jugó prácticamente 'nada' (dos cotejos con los "tanos" y uno con los daneses), manifestó estar listo para saltar al campo de juego: "Estoy en óptimas condiciones. Sé que va a ser un año cargado, con muchas competencias. Eso habla bien de la institución. Yo estoy para jugar, nunca paré de entrenar. En Italia trabajé muy bien y estoy bárbaro físicamente".
"Siempre dije que quería venir acá. Le dije a mi representante que trate de arreglar con San Lorenzo. En esta semana firmaré el contrato. Éste es un paso muy importante para mí, este club es grande y no tuve dudas de venir", concluyó Mussis, quien ya fue presentado con la camiseta junto al manager, Bernardo Romeo, después de rubricar su vínculo.