Bélgica parecía tener la clasificación en el bolsillo, pero dejó crecer a Francia y la noche se le complicó. El vigente campeón del mundo mostró todos sus recursos ofensivos y logró revertir la situación: de estar 0-2 abajo a ganarlo 3-2 sobre la hora para avanzar a la final de la UEFA Nations League, donde enfrentará a España este domingo.
Yannick Carrasco a los 37 minutos y Romelu Lukaku a los 41 habían encarrilado el pase de Bélgica en la primera parte, pero Francia reaccionó en la segunda mitad con goles de Karim Benzema a los 62, Kylian Mbappé de penal a los 69 y Theo Hernández a los 90. Fue un encuentro extremadamente divertido y que contó con muchísimas situaciones claras de gol. De hecho antes del último gol francés Lukaku anotó, pero el árbitro lo anuló por offside a instancias del VAR.
No les faltó voluntad a los hombres de Roberto Martínez. Con Eden Hazard y De Bruyne marcando los ritmos, y Lukaku llevando al límite a un Raphael Varane en profundos apuros, Bélgica dio muestra de su calidad, de su técnica, pero también de su capacidad de leer los momentos del partido y de esperar la ocasión adecuada para golpear.
El poderío de Lukaku, que alternó su posición, jugando de pivote para activar a De Bruyne y Hazard, o también por la banda para acelerar y abrir espacios en el centro, dejó sin aire a Francia, cuyo muro no se derrumbó antes del minuto 37, solo por una monumental parada de Hugo Lloris ante un disparo de De Bruyne dentro del área.
Fue un remate de pierna derecha de Carrasco, desviado por Koundé, y un gran gol de Lukaku, que se liberó del marcaje de Lucas Hernández en el área y fulminó a Lloris, esta vez sí culpable por no defender su poste, en premiar el empuje de Bélgica. Francia, demasiado pasiva en la primera mitad, cambió de actitud en la reanudación y el guión del encuentro fue el opuesto.
Bélgica empezó a fallar pases cómodos y Francia le encerró en su mitad de campo. Tras una ocasión perdonada por Griezmann, apareció Benzema con una jugada extraordinaria para igualar. Recibió un pase de Mbappé, se dio la vuelta y cruzó el disparo con la zurda para superar a su compañero madridista Courtois.
El gol aumentó el empuje francés y el nerviosismo de Bélgica, hasta que Tielemans derribó a Griezmann en el área provocando el penalti que, concedido por el VAR, transformó Mbappé para vengar el fallo en la tanda de la Eurocopa contra Suiza. Disparó fuerte y envió el balón a la escuadra; Courtois intuyó el ángulo, pero no pudo evitar el 2-2.
El empate volvió a despertar a Bélgica y el encuentro fue de ida y vuelta, con ocasiones por ambos lados. De Bruyne se topó con Lloris y Pogba lo hizo con Courtois.
Fueron pocos centímetros en decidir una cita épica. Los que provocaron el fuera de juego de Lukaku en el posible 3-2 belga, cuando el delantero remató un gran centro de Carrasco y los que impidieron que Pogba sellara una maravillosa falta directa desde los 25 metros, con el balón que se estrelló contra una escuadra.
Pero finalmente, en el 90, cuando las dos selecciones veían acercarse para la prórroga, apareció Theo Hernández, exlateral del Real Madrid, ahora en el Milan, para superar a Courtois con un potente zurdazo que envió a los galos a San Siro parra jugarse el título contra España.