El uso de barbijos se vuelve natural en el último tiempo en occidente ante la pandemia del coronavirus. Sin embargo, Gimnasia La Plata sorprendió a propios y extraños en el año 2002, cuando por una semana el plantel entrenó e incluso vivió con el elemento de salud a cuestas.
Fue en la primera edición de la Copa Sudamericana. "El Lobo" platense venía de eliminar a Boca en octavos de final y tenía que medirse en la altura de La Paz (3,640 m) ante el poderoso Bolívar en cuartos.
Para que los jugadores se acostumbren a esa altura y a la falta de oxígeno, el entrenador Carlos Ramacciotti trató de simular la sensación con barbijos.
"Toda la semana los hicimos practicar a los jugadores con barbijo y los hicimos vivir con barbijo. Manejaban, estaban en sus casas con eso. Ninguno había jugado en altura", relató el DT a <i>Cadena 3. </i>
Ramacciotti confesó que a muchos no les gustó la idea. Incluso se lo corrían o se quejaban.
"No queríamos que se asustaran. Que no tuvieran miedo y regularan las energías para que no nos pasara los que finalmente nos pasó", explicó.
El actual técnico del Cusco F.C. remarcó que los deportistas de esas zonas "tienen más glóbulos rojos" y "un oxígeno tremendo". Consideró que la única posibilidad es jugar mejor, pero en resistencia, correr y recuperar "te van a ganar".
Finalmente, el Bolívar se impuso 4-1 como local y en la vuelta el conjunto argentino triunfó por 2-0, pero no le alcanzó por la cantidad de goles.
Pese al resultado adverso, destacó: "Quedamos muy conformes con la experiencia. Si no, capaz nos comíamos 10 o 6. Hicimos un gol que fue muy importante, jugamos la revancha y la ganamos 2 a 0. Quedamos afuera por un gol. Casi da resultado".
Y concluyó: "Lo que buscaba era disminuir el miedo escénico para cuando hicieran el primer pique. Eso no habían comprobado. Hasta en el hotel subiendo la escalera te das cuenta que no te entra oxígeno y te parás. En la cancha no podés parar y no entra oxígeno".
Fuente: <i>Tiempo de Juego.</i>