Flandria dio un paso importante en su lucha por la permanencia al vencer a Douglas Haig, uno de sus rivales directo en el promedio, por 3 a 2 en Pergamino, en el marco de la Fecha 22 de la Primera B Nacional.
Sin Sebastián Matos (lesionado) ni Pablo Bueno (suspendido), al Canario le faltó referencia en el ataque. Por eso, apostó a la velocidad tanto de Franco Costa (arrancó como puntero izquierdo para evitar las subidas de Bazán por ese carril) como de Ramiro Fergonzi (se paró más de centrodelantero, aunque salía a los costados para evitar ser absorbido por los centrales). De todas formas, el que clarificaba era Facundo Melivilo, el volante más adelantado. Atrás, entre Alejandro Altuna, Mauro Bellone y Lucas Vicente tomaban la contención. El principal objetivo era controlar a Sebastián Grazzini, el enganche de Douglas Haig con largo recorrido (Racing, Newell's y All Boys, entre sus equipos más importantes).
Poniendo mucha gente en el mediocampo, achicando espacios hacia adelante y con relevos aceitados, el Canario planteó un partido duro, friccionado, en un duelo con olor a promedio. Con sacrificio, disimuló las diferencias.
Ese primer tiempo tuvo más ritmo que situaciones claras. Muchas aproximaciones aunque no demasiado riesgo. Por el lado de Flandria, a los 2 minutos, Melivilo se hamacó por derecha, tiró el centro cerrado con su pierna menos hábil y el arquero despejó con los puños cuando arremetía Riveros. Después, Fergonzi giró rápido y quiso sorprender a Di Fulvio, que estaba adelantado, pero le faltó puntería. A los 28, tiro libre frontal que Riveros ganó de cabeza, aunque el arquero tapó abajo. Un minuto después, el 10 enganchó de derecha hacia el centro y sacó el zurdazo que buscó el segundo palo, otra vez el 1 bien parado.
El Milan de Pergamino buscó lastimar por las bandas. Así, generó lo poco que tuvo. Por la izquierda, Villalba metió el pase atrás para la entrada de Grazzini, que le pegó por arriba del travesaño desde la puerta del área grande. Del otro lado, Pereyra desbordó y Noriega no llegó a empujarla en el primer palo. La más clara fue anulada por posición adelantada. Pero tuvo el mismo modus operandi: centro de Villalba (arrancó en offside) y gran tapada de Griffo contra el palo tras el cabezazo de Noriega.
En el complemento, Flandria salió con todo. En cuestión de segundos, Franco Costa se metió en el área a puro amague, la pelota le quedó atrás, Altuna apoyó con Bellone y el disparo del volante se desvió justo. De ese tiro de esquina, la pelota fue a la puerta del área para el 7 y el arquero descolgó el cabezazo desde el ángulo. Douglas respondió enseguida por un disparo de Rodrigo Rojas que Griffo salvó al córner.
En ese arranque, el Canario encerró a su rival. Y, a esa altura, ya merecía la ventaja. Mauro Bellone lo tuvo de cara al arquero tras un buscapié de Vicente, pero el volante definió mal. Sin embargo, a los pocos segundos, el paraguayo Riveros aprovechó una pifia del experimentado Leandro Gioda para poner el 1-0.
El equipo de la dupla era pura solidaridad. ¿Un ejemplo? Melivilo la pisó demás en una salida, la perdió y enseguida se metió entre los defensores para cuidar su arco. Apenas un ejemplo de cientos de relevos. Del otro lado, la gente de Pergamino perdía la paciencia ante la falta de respuestas de su equipo. Sin embargo, con el correr de los minutos, Flandria empezó a sentir el rigor del ritmo, del sacrificio y del viaje a último momento. Y se fue resguardando cerca de Griffo.
A los 28 minutos, una mala decisión en la salida de Camacho que tocó para atrás terminó con la polémica de la noche cuando el lateral se repuso y fue al piso dentro del área. A pesar que todos pidieron penal por una supuesta mano, el árbitro dejó seguir. Faltaba una eternidad y el Canario estaba demasiado atrás. En una contra, la manejó mal y desperdició una buena chance. Y en la réplica, la defensa quedó mal parada y Villalba puso el 1-1.
Sin embargo, apenas sacó del medio, Costa hizo de las suyas. Se metió dentro del área, se inclinó para la izquierda y sacó el derechazo ancho que se clavó contra el palo. Así, Paqui demostraba por qué tanto lo buscaron durante el verano, más allá de que en la noche de Pergamino tuvo más sacrificio que magia.
Desorientado Douglas, Flandria aprovechó a fondo. Porque en la primera que tocó, Alejandro González la clavó desde lejos para poner el 3-1.
Pero el final tuvo dramatismo. Porque Córdoba puso el descuento y en los últimos minutos Douglas fue con todo en busca de la heroica. Sin embargo, Flandria se defendió bien, se quedó con el triunfo y mantiene vivo el sueño de la permanencia.
Es cierto que el objetivo de conservar la categoría es difícil para el Canario, ya que tiene que conseguir prácticamente el 50 por ciento de los puntos que quedan en juego de acá a final del torneo, pero el elenco de Jáuregui quiere dar pelea.