Real Madrid salió a la cancha con la Copa del Mundial de Clubes, pero a diferencia de lo que suele hacerse, el Barcelona no lo felicitó.
Esta vez, los campeones no pasaron por el medio de sus rivales pare recibir aplausos. Esta vez, no hubo pasillo de campeón en el Bernabéu. Es que Barcelona no felicitó a Real Madrid por la reciente consagración en el Mundial de Clubes, pero los Blancos exhibieron el trofeo antes de iniciarse el encuentro.
Ya lo había avisado el técnico Ernesto Valverde: "Yo no le haría el pasillo a nadie ni tampoco querría que me lo hicieran a mí". Y el equipo culé siguió en cancha la línea expresada por su DT, ignorando a su adversario. El gesto deportivo quedó de lado.
Sin esto, Sergio Ramos, capitán del Real, mostró la Copa ante los aficionados y luego se metió de lleno en el comienzo del clásico.