El plan fue elaborado originalmente por la administración de la FIFA, en estrecha colaboración con las confederaciones, y posteriormente fue aprobado por el Consejo de la FIFA del 25 de junio pasado.
El reglamento establece requisitos estrictos de cumplimiento y auditoría, así como unas condiciones de devolución claras, bajo la supervisión de un comité de dirección.
"Este plan de apoyo es un gran ejemplo de solidaridad y compromiso en el fútbol en un momento sin precedentes. Deseo agradecer a mis colegas del Bureau del Consejo que aprobaran la decisión de seguir adelante con esta importante iniciativa, en beneficio de todas las federaciones miembro y confederaciones", expresó en un comunicado oficial el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
En la primera fase del plan, se transfirieron todos los fondos FIFA Forward para gastos operativos a las federaciones miembro. En la segunda fase, se les dio a las federaciones miembro la oportunidad de convertir las partidas de FIFA Forward dedicadas al desarrollo en fondos operativos para paliar la crisis generada por la Covid-19, siendo que, al menos el 50% de los fondos transferidos debe invertirse en el fútbol femenino.
Después de que el Bureau del Consejo aprobara el reglamento, la FIFA implementará la tercera fase del plan, que completa los 1.500 millones de dólares que se pusieron a disposición de la comunidad mundial del fútbol.
De tal manera, todas las federaciones miembro de la FIFA tendrán a su disposición una subvención de solidaridad universal de un millón de dólares, y otra más de 500 mil dólares que se destinará específicamente al fútbol femenino. Asimismo, las confederaciones, en el caso de Sudamérica la Conmebol, podrán optar a una subvención de dos millones de dólares más, que se transferirá desde ahora y hasta enero de 2021.
La otra parte consiste en un préstamo sin interés de hasta el 35% de los ingresos anuales de cada federación, que tendrá un mínimo de medio millón y un máximo de hasta cinco millones de dólares. Las confederaciones, en tanto, podrán pedir un préstamo de hasta cuatro millones de dólares.
Según explicó la FIFA en el comunicado, este dinero está orientado para que las federaciones puedan destinarlo a reiniciar las competiciones, implantar protocolos para la vuelta al fútbol, la participación de los seleccionados en torneos, la contratación de personal, el mantenimiento de las infraestructuras futbolísticas, y el abono de los gastos administrativos y operativos, entre otros.