La imagen de Federico Bruno cruzando la meta del maratón masculino de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro conmovió a más de uno. El atleta de 23 años llegó a traspasar la línea corriendo de costado, ante un evidente problema físico. Se veía en su rostro, que mezclaba dolor con satisfacción. Pero para este joven, que alcanzó el puesto 137, tras 2h40m05 de competencia, el sabor de haber llegado en la carrera más importante de su vida será inolvidable.
"A los 30 kilómetros empezaqron los calmbres pero yo quería ser olímpico y para serlo hay que terminar la prueba. Tenía acalambrada hasta la boca", sintetizó Bruno, de jóvenes 23 años y un futuro por delante.
"Quería llegar, a pesar de que el cuerpo no quería eso, quería que pare, mi cabeza quería llegar", enfatizó el atleta quien agregó: "Me dio vergüenza llegar así, arrastrado como un viejo".
El podio se completó por el etíope Feyisa Lilesa con 2h 09m 54s y el estadounidense Galen Rupp con 2h 10m 05s.