David Stern, cerebro de la conversión de la NBA en una potencia deportiva mundial, murió este miércoles a los 77 años tras sufrir una hemorragia cerebral hace tres semanas, informó la propia NBA. Al frente de la liga entre 1984 y 2014, la dejó hecha un emporio cuando se retiró el 1 de febrero de 2014 y pasó el mando a su actual comisionado Adam Silver.
"David asumió en la NBA en 1984 con la liga en un cruce de caminos pero en el curso de sus 30 años como comisionado la transformó en una NBA mundial moderna", dijo Silver en un comunicado. "Fue un pionero de las asociaciones con medios y marketing, activos digitales y programas de responsabilidad social que llevaron el juego a miles de millones de personas en todo el mundo", añadió.
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="en" dir="ltr">We remember the distinguished life and career of former commissioner David Stern. <a href="https://t.co/sA7urzRkR8">pic.twitter.com/sA7urzRkR8</a></p>— NBA TV (@NBATV) <a href="https://twitter.com/NBATV/status/1212492149545062401?ref_src=twsrc%5Etfw">1 de enero de 2020</a></blockquote>
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Stern estimuló el respaldo de empresas a la NBA lo cual se apoyó en que asumió el mismo año en que Michael Jordan inició su legendaria carrera. El ex comisionado amaba a los jugadores tanto como al juego y entendía que el éxito planetario de la NBA descansaba sobre todo en sus hazañas. Desde las sombras, se dispuso a hacer el resto.
Hijo de un encargado de tiendas, nacido en Nueva York el 22 de septiembre de 1942 y graduado en derecho de la Universidad de Columbia en 1966, ingresó al colegio de abogados ese mismo año y se convirtió en asesor legal de Proskauer Rose, que representa a la liga.
Se unió a ella en 1978 como asesor general, antes de convertirse en su vicepresidente ejecutivo en 1980. Cuando fue nombrado comisionado en 1984, sucediendo a Larry O'Brien, la NBA estaba en mal estado, agobiada por las preocupaciones financieras, rechazada por el público que prefería el fútbol americano y el béisbol hasta el punto de que ciertos partidos en la final se diferían. Su imagen también se ve empañada por escándalos que involucran a jugadores en negocios de drogas, en medio de la "era de la cocaína".
Stern firmó acuerdos con redes de cable para renegociar mejor los derechos de televisión con canales nacionales, mientras exporta la NBA. También entendió que la participación de sus mejores embajadores en los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona podía impulsar la internacionalización de la NBA con el primer "Dream Team".
A diferencia de la NFL y la MLB, la NBA no se detiene en el mercado norteamericano. Lanzó un salto a Europa, Asia y América Latina, reubicando partidos y reclutando jugadores en estos mercados. Stern también aumentó el número de franquicias de 23 a 30 y reubicó algunas, lo que ayudó a aumentar los ingresos para la Liga y los jugadores. Esto no le impidió tener que manejar los bloqueos de las temporadas 1998-1999 y 2011-2012, interrumpidos por largas huelgas.
Sin embargo, su éxito económico es indiscutible: en 1983, justo antes de tomar las riendas, la facturación general de la Liga fue de 118 millones. Treinta años después, se situó en 4.8 mil millones. En 2014, quien también aprovechó todo el potencial de Internet y las redes sociales, mostró su orgullo, no sin humor, al darle la mano a Adam Silver, actual comisionado.