El partido se iba. Se terminaba. Pero, de pronto, Cejas probó al arco, la pelota se desvió en un rival y dejó sin chances a Sánchez, el arquero rival. Así, Estudiantes consiguió un agónico triunfo ante el siempre complicado Atlético de Tucumán. Y, de yapa, levantó un poco la pálida imagen que había dado hasta ahora en la Superliga.
Sin chances de utilizar el Estadio Ciudad de La Plata (el sábado por la noche se usó como escenario para el recital de Bruno Mars), el Pincha hizo de local en Quilmes. Y el primer escollo que debió superar fue el flojo estado del campo de juego.
Después, claro, tuvo a un Atlético que trató de cortarle los circuitos de juego e intentó quedarse con el dominio del balón. Sin embargo, Estudiantes fue el que siempre estuvo más cerca del gol. Y lo consiguió, a los 42 del segundo tiempo, gracias a ese derechazo de Cejas.
Para Atlético Tucumán, claro, la derrota fue un golpe. Aunque hoy todos los cañones apuntan a la definición de la Copa Argentina ante River, lo que representa el fin de año más importante de su historia.